Por Eduardo Luis Aguirre

“El progresismo de mi época –dice uno- era el orégano que se le ponía a una pizza, pero no era la pizza” (1).

Por Lidia Ferrari (*)

¿Cómo concebir que no se desprecie algo que en la propia cultura ha sido valorado como inferior o despreciable? El encuentro con la confidencia esclarecedora de Masotta que es ‘Roberto Arlt, yo mismo’ podría resultar un pasaje iluminante para pensar ciertos rasgos de lo argentino.

Por Ignacio Castro Rey

                                  ¿A qué tanto temor a la derecha extrema?Xenogenia, se dijo en su momento: inventar un enemigo, darle forma sin cesar. Cortinas de humo, monstruos del pantano que recompone una y otra vez el maquillaje de los guapos correctos que nos lideran. Los neonazis no pueden llegar porque sus hermanos ya están aquí, ocupando el centro, aunque travestidos de radicales minoritarios.

Por Eduardo Luis Aguirre

 

Es necesario que los sectores populares recuperen un patrimonio imprescindible para enfrentar las lógicas, las narrativas y la construcción de sentido que consolidaron la hegemonía cultural del neoliberalismo.

Por Ignacio Castro Rey (*)

 

Serpientes de fuego, Raúl Gómez-Zurdo. Ed. Huso, 2023.

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Ando disgustado por senderos cercanos, bajo árboles infestados de desdén. El bosque está callado después de la batalla, agotado. El agua del río corre espesa, no me había fijado antes, gruesa como un guiso, arrastrando grasa, pedazos de soledad, huesos, pezuñas, todo casi humano.

Por Eduardo Luis Aguirre (*)

 

 Hasta hace semanas, días quizás, la prensa opositora se regodeaba con una hipotesis catastrófica. El peronismo podría quedar fuera del próximo balotaje según los siempre intencionados cálculos de los analistas de cotillón.

Por Ignacio Castro Rey



Pan y circo, maltrato mayoritario y entretenimiento alternativo. Es cierto que el poder siempre ha intentado hacer idiotas a sus súbditos para gobernarlos mejor. Durante décadas del pasado siglo, la izquierda representó la voluntad política de resistirse a esta cretinización de masas, también en su posterior versión de clase media.

Por Eduardo Luis Aguirre

 

Una confesión introductoria: siento que escribo a tientas, sin brújulas ni estrellas que me orienten, sin escatimar riesgos ni yerros. Estoy escribiendo desde la mera conjetura, porque las certidumbres escasean en estos tiempos y porque tal vez  sea cierto que las expresiones artísticas se han fortalecido y socializado tanto que quizás se hayan convertido en un vallado difícil de sortear por el avance arrollador y espectral del neoliberalismo.