Por Ignacio Castro Rey
Después del ridículo de la inteligencia israelí en el espantoso y extraño atentado del 7 de octubre, se trataba de restaurar el pánico a «la única democracia de Oriente Medio». El rock de Apocalypse now, mientras se mataban vietnamitas, tenía así que ser ampliamente superado. Lo nuestro es un fascismo ambiental adornado con música techno, como el de esos jóvenes de las FDI que, con cualquier orientación sexual, bailan frenéticamente después de reventar palestinos con sus temibles Merkava. Pero algunas lluvias de sangre caen sobre almas mojadas.
Por Eduardo Luis Aguirre
“Lo que es bueno para la colmena, es bueno para la abeja” (Marco Aurelio)
Habitamos los tiempos como podemos. Crucial impotencia la de la condición humana. Cuando los acontecimientos cuya drasticidad nos exceden, nos afligen, nos angustian o nos amedrentan, es natural que los sujetos intentemos pensar cómo atravesar ese camino incierto, incluso antes de que el nuevo Armageddon se precipite sobre nuestras espaldas. Si algo caracteriza al hombre es el instinto de supervivencia y la capacidad de anticipación respecto de aquello que, con suerte, logra entrever como futuro inmediato.
Por Ignacio Castro Rey.
López Obrador es un oscuro populista, peligroso para la transparencia democrática. Corbyn, antisemita. Xi Jinping y Maduro, unos dictadores. Erdogan, al-Ásad y Putin, déspotas y asesinos. Dentro de esta incesante campaña de incriminación de la humanidad exterior a nuestro «jardín» occidental, campaña sostenida por unas democracias sin exterior y cada día más normativas, Palestina es sólo el epítome, la metáfora colectiva de nuestro odio al otro, a lo Otro.
Por Eduardo Luis Aguirre
Uno debería preguntarse por qué los estudios históricos no han abarcado con mayor detenimiento la cuestión del miedo. Sobre todo porque éste ha sido un sentimiento permanante, recurrente o muy frecuente en la vida, la obra y las decisiones de los hombres.
Por Ignacio Castro Rey
Cogido desde hace días entre varios fuegos que se turnan en la rabia, Rubiales nunca fue un ejemplo. Tampoco su comportamiento en Sidney, él mismo lo ha reconocido ampliamente, fue ejemplar. Sin embargo, la jauría que pide ver rodar su cabeza es lo que da más miedo. No olvidemos que el miedo sigue siendo lo que lleva a mucha gente normal a participar, en plena democracia vegetariana, en auténticas carnicerías medievales.
Por Eduardo Luis Aguirre
No podremos decir nada original, que no se haya dicho, se esté diciendo o se vaya a decir sobre el resultado de las elecciones de ayer en la Argentina.
El triunfo del peronismo ha dicho presente en el momento preciso. Cuando la angustia y la desesperación frente a la amenaza de un experimento antidemocrático se cernía sobre un país que parecía inerte.