Últimas imágenes de Ucrania
Por Eduardo Luis Aguirre
En medio de un mundo en guerra, con focos múltiples de conflictividad que van desde la zona Asia- Pacífico a la Franja de Gaza, la guerra en Ucrania parece desplazada a un segundo plano por parte de las agencias informativas internacionales. Una subalternización llamativa en un momento en que las industrias armamentísticas advierten que no pueden acelerar más el ritmo de la fabricación de armamento por falta de mano de obra. Un termómetro perfecto para medir la intensidad sin precedentes de la violencia mundial. Si antes repetíamos que el capitalismo reconvertía cíclicamente su economía en base a las guerras que el propio sistema desataba, todo hace indicar ahora que la producción de armas ha entrado en una crisis inversa merced al gasto descomunal en el que incurren las potencias.

Ezequiel Saferstein, Doctor en Ciencias Sociales e investigador del CONICET conversó con Eduardo Luis Aguirre en Multitud. 

Recorrió sus experiencias cualitativas en las marchas de la oposición y advirtió sobre el crecimiento de una derecha que ha superado largamente un sentido común elemental. 

Esas derechas construyen nuevas narrativas y producen saberes en los que influyen mayoritariamente jóvenes. Y advirtió sobre los riesgos que implica una pereza intelectual que recurre puerilmente a la ridiculizacion y la caricaturizacion de estos nuevos sujetos políticos que se ubican en los márgenes mismos del sistema democrático burgués.

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Eduardo Luis Aguirre conversó en Multitud con Omer Freixa, uno de los historiadores africanistas más reconocidos del país.

La magnitud de la pandemia, las desigualdades, la influencia china y las singularidades de un continente inmenso y diverso. La historia de los afro descendientes en la Argentina, el relato hegemónico y el racismo en un diálogo de actualidad palpitante. 

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Pasaron varios años desde que leí “La sociedad decente”, un libro donde el filósofo israelí Avisahi Margalit ensayaba una tesis ética que hacía pie en el advenimiento de las sociedades afectadas por la irrupción del neoliberalismo. Una sociedad “decente”, señalaba Margalit, es aquella “cuyas instituciones no humillan a las personas sujetas a su autoridad, y cuyos ciudadanos no se humillan unos a otros”.

  • "" Ha aparecido claramente lo que llamamos un "deseo de estado", en la medida que el estado sea  susceptible de ser articulado a la comunidad, porque el estado como tal, como mero factor administrativo y burocrático no sirve. Lo interesante es volver a revincular algo que hace tiempo el neoliberalismo destruyó, que es el nexo entre el estado y la comunidad. Es lo que ha intentado hacer la Argentina en momentos en que hay que transformar al estado en un custodio de la comunidad, es decir, como decía Kant, hay que hacer un uso público de la razón. Es decir, demostrar que aunque las medidas disciplinarias tengan una apariencia coercitiva, se hacen en nombre del bien común" (Jorge Alemán)

Por Eduardo Luis Aguirre

Si el racionalismo, el idealismo y la influencia cartesiana y hegeliana modelaron el sentido común y la comprensión nordeuropea del mundo durante los siglos XVII y XVIII, y esa matriz de pensamiento fue la que dio lugar a la legitimación del colonialismo, de la colonialidad y el racismo, creo que es interesante ensayar un ejercicio retrospectivo respecto de los antagonismos que en términos mundiales se precipitaron en aquella época en el viejo continente.

 

Por Lidia Ferrari (*)

Un anciano italiano, célibe y solitario, que vivió toda su vida bajo la tutela de su autoritaria madre hoy se lamenta porque el Estado no se ocupa de viejos como él para procurarles una compañía. Esa compañía que nunca buscó por sí mismo sería tarea exigible al Estado.

Por Ignacio Castro Rey (*)

«Los cristianos, como los psicoanalistas, tienen horror de lo que les fue revelado. Y con mucha razón». Jacques Lacan. Encore

Una primera cuestión. Para ser de algún modo libres habría que atreverse a ser optimistas y joviales en lo difícil, hasta en lo peor, e irónicamente pesimistas en cuanto a todas las facilidades que se nos sirven. Reservemos la empatía para el diablo. Empatía con lo nouménico y enterrado que alienta en nosotros. Antipatía y crueldad con lo fenoménico que nos encadena.

Hecho en La Pampa por Jean Phillippe