Por Eduardo Luis Aguirre


Las preocupaciones y advertencias que enunciaba Heidegger sobre la técnica se han corroborado de manera casi profética. La tecnología ha producido tantos avances como las distintas dimensiones de los procesos de alienación y colonización de las subjetividades que ha deparado. Una de esas consecuencias es la erradicación del lenguaje, de lo dialógico, de la disponibilidad libre de la palabra circulando como ejercicio emancipatorio de individuación.

Por Eduardo Luis Aguirre

El neoliberalismo ha acelerado la concatenación de acontecimientos que ponen al mundo al borde de su destrucción. Voy a citar apenas tres elementos, que habilitan la inauguración de incógnitas y reflexiones a las que, a lo sumo, aspiramos a organizar, pero nunca a responder. Esta última sería una exigencia y una demanda de cumplimiento imposible.

Por Jorge Alemán (*)

Parece que cada discurso lleva en su matriz una fatalidad insuperable .

Al comienzo mantiene su novedad disruptiva, su condición de ruptura, su apertura a otro modo de pensar y habitar la lengua.

Por Eduardo Luis Aguirre

La sorprendente extemporaneidad de una guerra de las características de la que acontece en Ucrania concita reflexiones desde diversos planos analíticos. Desde las consecuencias de la guerra, la reconfiguración futura de los bloques de poder mundiales o el rol de Europa hasta la extrañeza de una guerra "de invasión" que muchos anotan como un resabio de los enfrentamientos armados del siglo pasado.

 

Durante las últimas tres décadas, el mundo ha cambiado aceleradamente. Fue bipolar hasta el colapso de la Unión Soviética y la caída del Muro de Berlín, devino luego unipolar con el "fin de las ideologías" y de la historia y el fortalecimiento imperial de los Estados Unidos y, con una vertiginosidad sin precedentes históricos, se transformó en un gigantesco galimatías multipolar.

Por Lidia Ferrari (*)

 


En alguna época para entrar a un discurso era preciso ir a buscarlo. Hoy nos llegan directamente a los dispositivos que tenemos en mano. Nos dan la ilusión de que los hemos ido a buscar. Ellos nos invaden sordamente de tal modo que creemos ser nosotros los protagonistas de los escenarios en que participamos. En los momentos más íntimos y desolados los ruidos ambientales más ensordecedores de goces malignos se nos imponen.

 

Por Liliana Ottaviano

 

Comentar un texto es como hacer un análisis”, afirma Lacan en “Los Escritos Técnicos de Freud” (1953-54), y es la cita que elige Diego Vernazza para inaugurar este libro que está organizado en 3 secciones: Leer, Comentar, Analizar. El trabajo se articula recreando los tiempos lógicos que el propio Lacan plantea en Escritos 1, bajo el título “El tiempo lógico y el aserto de certidumbre anticipada. Un nuevo sofisma”.

Por Javier de Lucas (**)

 

En círculos de nuestra derecha política cobra aliento la tesis de la “guerra cultural”. Una batalla por la hegemonía cultural, que tiene no poco de paradójica reinterpretación de Gramsci. Hay una versión soi dissant liberal, la que me parece que pueden representar, con todos los matices que quieran, Cayetana Alvarez de Toledo, o su protector, el escritor Vargas Llosa, en su faceta de activista político de la derecha liberal. Y otra, en tono mucho más agreste, enarbolada por las gentes de Vox e incluso algún sector del PP, como la señora Díaz Ayuso. Esta segunda versión es cada vez más próxima a los lemas y propósitos del supremacismo, a la xenofobia —cuando no el racismo— de los Orban, Le Pen, del muy hábil polemista Zemmour y, claro, de la versión estadounidense, la que encarnan Trump, su ideólogo Bannon y el movimiento Q'anon.