Un ejercicio esforzado de anticipación (a propósito de la marcha en defensa de la Universidad Pública)
Por Eduardo Luis Aguirre
Mientras echo mano a la contemplación, infranqueable límite que a veces nos impone el cuerpo, me asalta un recuerdo vívido proveniente de la filosofía del derecho. Por supuesto, siempre dando vueltas sobre las certidumbres y falacias, sobre la culpa y la inocencia, sobre un agresor y su víctima. En fin, bien binarios, típicos de la trepanación de cráneos con la que el dogmatismo jurídico empantana nuestro pensamiento crítico.

Por Eduardo Luis Aguirre


El imperio más grande en la historia humana fue el británico, que abarcó los seis continentes habitables, además de los territorios antárticos que los británicos reclaman como propios. Sin embargo, la monarquía española alcanzó a ocupar durante su apogeo alrededor de 20 millones de kilómetros cuadrados, lo que lo transforma en el quinto imperio más extenso que conoció la humanidad.

Por Eduardo Luis Aguirre

Hoy quisiera detenerme en el análisis de una conferencia dictada por el filósofo Javier Gomá, en la que el disertante produjo un muy interesante acceso al concepto de descontento. De hecho, la presentación efectuada en la Fundación Duques de Soria se tituló “La causa de nuestro actual descontento” (*).

Por Eduardo Luis Aguirre



Me causa una entrañable y cálida nostalgia la lectura solitaria de aquellos teóricos magníficos de la denominada “izquierda nacional” que abundaban en los años sesenta y setenta, cuyos libros nos despertaban las pasiones más alegres y nos iluminaban respecto de las contradicciones fundamentales de un país semicolonial.

Por Ignacio Castro Rey

Cogido desde hace días entre varios fuegos que se turnan en la rabia, Rubiales nunca fue un ejemplo. Tampoco su comportamiento en Sidney, él mismo lo ha reconocido ampliamente, fue ejemplar. Sin embargo, la jauría que pide ver rodar su cabeza es lo que da más miedo.

Por Lidia Ferrari (*)

Ghilarza está triste porque te ha olvidado, Antonio. Y no lo sabe. Casi le pregunto a unos ruidosos jóvenes de tu ciudad si te recordaban. No lo hice. No quise escuchar la respuesta de que no podían recordar lo que nunca habían conocido.

Por Eduardo Luis Aguirre

Raúl Scalabrini Ortiz es uno de los intelectuales más notables de los que puede jactarse esta nación. Tuvo la sutileza de la pluma y la puntería letal del pensador. Como en casi todos los casos, resultó injustamente subalternizado, diría que casi ignorado.

Por Eduardo Luis Aguirre


Este presente bochornoso de las usinas encuestadoras nos releva en principio de explicar por qué no creemos en los pronósticos previos a una elección.