Por Martín Paolucci.
 Ilustraciones e infografía: Groger Gutiérrez
Avenida Lacroze y Cabildo, pleno barrio de Belgrano: Bajo los rayos de un fuerte sol un grupo de personas se reúnen en la esquina, están visiblemente furiosos y al lugar llegan efectivos de la Federal para custodiarlos. Los manifestantes entonan aguerridas canciones mientras la gente que pasa los mira perplejos. Megáfonos, bombos y exóticos atuendos se confunden con banderas y carteles escritos algunos en español y otros en un idioma que un porteño medio no sabría descifrar. Son alrededor de 40 personas y todos tienen la misma consigna: Kobane Libre.
Es la misma consigna que a más de 12 mil kilómetros de distancia proclaman las milicias armadas que defienden Kobane, una ciudad en el norte de Siria. Es la frontera que separa de un lado a los terroristas del Estado Islámico (EI) y del otro a los miembros del pueblo kurdo que viven de manera comunitaria en la frontera con Turquía, país con el que están históricamente enfrentados, al que acusan de oprimirlos desde la caída del Imperio Otomano en 1923 y que aseguran apoya de manera tácita a los terroristas del EI.
La razón que motivó la concentración en este pituco lugar del norte de la Ciudad de Buenos Aires, fue la realización de un breve acto de repudio frente al edificio de la Embajada de Turquía que se encuentra a pocas cuadras de ahí. Es en este país que vive la gran mayoría de los kurdos, un grupo étnico de más de 30 millones de personas que habitan una región conocida como el Kurdistán, ubicada en medio de 4 estados-nación: Turquía, Irak, Siria e Irán.


La pequeña manifestación está compuesta por miembros de la comunidad kurda y militantes de algunos partidos de izquierda: Convergencia Socialista, Juventud Guevarista, Frente Darío Santillán, Asambleas del Pueblo, Segunda Independencia y Torre. Pese a haber emitido declaraciones de apoyo, la gran mayoría de las agrupaciones combativas no se movilizaron como si lo hacen, especialmente, en conflictos donde intervienen directamente Estados Unidos o Israel…
“El principal conflicto de la región es que desde su fundación como país, Turquía se niega a reconocer el derecho del pueblo kurdo y de  otros que viven dentro de su estado a existir, obligándolos a integrarse a la sociedad turca. Además ahora se suma el problema de la invasión por parte de terroristas extranjeros que quieren establecer un califato islámico, califato que cuenta con la anuencia de Turquía” explica en un inglés britanizado Giran Ozkan, un sociólogo kurdo de 28 años recibido en Londres y que vino a Buenos Aires para realizar una maestría en la UBA. De camisa a cuadros, pantalón de vestir, anteojos Dolce Gabbana y una gran cámara digital, cualquiera lo confundiría con un turista europeo que saca fotos por curiosidad pero Giran es en realidad uno de los organizadores en Argentina del Comité de Solidaridad Kurdistán en América Latina vinculado con el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PPK), el movimiento político socialista cuyo brazo armado controla la ciudad de Kobane y que está empezando a desarrollar actividades en nuestro país. Es este movimiento político marxista y laico uno de los principales articuladores de la diáspora kurda cuyo grueso vive en Europa Occidental, especialmente en Alemania y Reino Unido.
“La razón por la que los kurdos apoyan masivamente al PKK es que logró unir a las distintas luchas frente a la opresión turca en una sola. Hay una lucha por la identidad nacional, una lucha de clases y una lucha por el derecho a la autodeterminación. Por todo eso pelea el PKK, sin distinguir religiones o etnias“, explica el joven sociólogo la razón por la cual él y otros integrantes del pueblo kurdo apoyan a este singular movimiento político cuyas premisas son radicalmente distintas a la mayoría de los partidos políticos del Medio Oriente.
El PKK, fundado en 1978 por Abdullah “Apo” (tío en idioma kurdo) Öcalan, preso desde 1999 en una base militar turca acusado de terrorismo, logró destacarse del resto de las fuerzas del nacionalismo kurdo debido a que siempre evito sectarismos de tipo religioso y basó su modelo económico, político y cultural respetando las costumbres de los habitantes. Lo más novedoso ha sido sobretodo la implementación de un modelo socialista comunitario llamado “Confederalismo democrático”. Otra gran diferencia con las demás fuerzas nacionalistas es que no plantea el separatismo como algo viable o deseable, pues eso, según piensan, ayudaría a dividir aún más a los pueblos del Medio Oriente.
“El PKK tiene un enfrentamiento directo con lo que es la burguesía kurda, aliada de Estados Unidos, la cual controla una zona autónoma al norte de Irak muy cerca de Kobane. La diferencia principal es que ese gobierno quiere convertir ese Estado Autónomo en un país independiente. Lo interesante del PKK es que ellos no buscan independizarse, quieren autonomías en los lugares donde viven porque creen que un nuevo estado en Medio Oriente ayudaría a dividir aún más la región y sería mucho más fácil para Estados Unidos dominarlos”, explica a varios kilómetros de la marcha, a la que no pudo concurrir por cuestiones laborales, Leandro Albani, un periodista argentino que ha vivido muchos años en el exterior y que junto a su recientemente fallecido colega Alejandro Haddad convivieron en un campamento del PKK en las montañas al norte de Irak para luego escribir “Kurdistán, crónicas insurgentes“, libro en donde plasmaron las experiencias vividas junto a la guerrilla kurda.
Albani asegura que el Confederalismo Democrático “está mostrando en la práctica otra forma de hacer política en Medio Oriente, una forma muy particular ya que nunca antes se vio algo parecido, porque es una organización de izquierda, con rasgos de marxismo y rasgos de anarquismo que tiene a su vez un concepto de organización autogestiva, de autogobierno y comunitaria, con una democracia directa que tiene puntos en contacto con muchos movimientos sociales de América Latina”. Con respecto a los modelos políticos a seguir, Albani asegura que durante algunas charlas con distintos comandantes del PKK estos “expresaron un gran interés sobre los procesos venezolano y boliviano. El proceso chavista por su concepto de “Poder Popular”, es decir fuerzas comunitarias organizadas que deliberan localmente, y el boliviano porque es un estado plurinacional y ellos consideran que el Kurdistán debe gobernarse respetando a todas las etnias que viven ahí”.
Otro rasgo particular del PPK y que llama particularmente la atención en Medio Oriente  es su fuerte política de género. La comandante máxima de Kobane es mujer y a la hora de la guerra estas combaten junto a los hombres. Este dato ha seducido a la prensa occidental, especialmente luego de la aparición de la foto de “Rehana o El ángel de Kobane“, una partisana rubia y de gran belleza que supuestamente habría matado a más de 100 miembros del Estado Islámico. Esta fotografía (donde se la ve haciendo la “V” de la Victoria) ha servido mucho para promocionar los esfuerzos de la defensa de Kobane, pues la combinación “mujer-rubia-atractiva”, sumado al morbo de la guerra, siempre ha sido del gusto de los medios de comunicación.
Kobani y su situación frente a el EI
Kobani y su situación frente a el Estado Islámico (EI)
“El PKK desde siempre ha planteado la integración de la mujer y se lo han ganado ellas a pulso. Desde hace 10 años la organización tiene jefaturas colegiadas, comandantes y comandantas, alcaldes y alcaldesas. Además se dice que en tiempos de paz son excelentes dirigentes. Esta política de género es, creo yo, algo a imitar en todo el mundo” relata Carlos Aznárez, mientras de fondo se escucha paradójicamente la voz de una mujer cantando desde un megáfono “Kobaneee libree, liberacioón”. Este histórico periodista de izquierda, compañero de Rodolfo Walsh en el semanario de la CGT de los Argentinos, en el diario Noticias y en ANCLA, es desde hace unos años titular de Resumen Latinoamericano, una agencia de prensa alternativa.
Además continua relatando:
ellos no conciben la revolución sin la liberación femenina, existen unidades de combate y campamentos estrictamente de mujeres, ellas combaten par a par con los hombres y para el Estado Islámicoesto es un dolor de cabeza porque bajo su interpretación del Islam que una mujer los mate los hace inmediatamente infieles y termina siendo un pasaporte directo al infierno.
Con su cabeza cubierta por una gorra del movimiento de izquierda colombiano Marcha Patriótica, una remera negra con la insignia palestina y sosteniendo en sus manos la bandera del País Vasco, Aznárez le pone cuerpo, figura y fondo a sus convicciones políticas.
El gobierno turco aceptó recientemente el inicio de frágiles conversaciones de paz con el PPK y la razón detrás de este acuerdo es la siguiente: desde hace 2 años el PKK controla militarmente un territorio del tamaño de Uruguay, en lo que se conoce como Rojava o el Kurdistán sirio, zona dentro de la cual se encuentra la ciudad de Kobane. Control militar que pudo lograrse gracias a otro acuerdo con un gobierno hostil a la causa kurda, el gobierno nacionalista de Basheer Al Assad, enfrentado militarmente a distintas fuerzas internas y externas que desde 2011 intentan derrocarlo.
“La gente del PKK, que venía teniendo rispideces históricas con el gobierno sirio, terminó acordando con éste la instalación de una zona de gobierno autónomo kurdo después de que empezaran a invadirlos mercenarios y terroristas de Al-Qaeda y otros grupos que quieren derrocar al gobierno de Basheer Al-Assad. El Estado Islámico quería avanzar e invadir Siria pero cuando llegaron se encontraron con los kurdos”, añade Aznárez.
Una de las claves para entender el conflicto, es que el territorio en el que se asienta desde tiempos inmemoriales el pueblo kurdo es una zona montañosa de difícil acceso para desconocidos y que los campesinos del lugar conocen mejor que nadie. Esto ha permitido que logren combatir de manera exitosa hasta hoy, tanto al ejército turco que cada tanto rompe el diálogo y bombardea como a distintos grupos de fundamentalistas.
“EI tomó Mosul, la segunda ciudad de Irak, en solo 6 horas pero hace 35 días que no pueden tomar Kobane y esto pasa porque los kurdos pelean por razones muy claras, por el socialismo y contra el fascismo que representa este invento de Estados Unidos, Turquía y las monarquías autocráticas del Golfo Pérsico, como Kuwait, Qatar y sobretodo Arabia Saudita, que financiaron mercenarios para derrocar al gobierno sirio y al igual que los talibanes en su momento, se le dieron vuelta a los yanquis” continúa describiendo la situación Aznárez. Además asegura que el ejército turco, miembro de la OTAN, “no ataca al EI ni permite que los kurdos que viven en Turquía crucen a defender Kobane y existen sospechas de que podría estar apoyando a los fundamentalistas”.
La procesión avanza lentamente, y luego de cruzar la Avenida Cabildo hacia Libertador, los manifestantes caminan mientras cantan con redoblantes y cornetas distintas proclamas contra Turquía, el fascismo y el imperialismo: “¡Kobane libre, liberación, contra el fascismo viva la revolución!”.
Finalmente llegan a la Embajada de la República de Turquía, una hermosa casa racionalista y moderna de dos pisos, fuertemente vallada a la espera de incidentes y destrozos que nunca ocurrirán.
En relación a las acusaciones de una supuesta complicidad entre Turquía, el Estado Islámico y Estados Unidos, Leandro Albani asegura que aunque descree de las teorías conspirativas, es razonable que el establishment norteamericano promueva tanto una derecha islámica moderada como la que gobierna el estado turco, así como monarquías dictatoriales o grupos fundamentalistas, ya que “lo interesante de esto y que a mi me gusta remarcar, es que yo creo, aunque no soy un experto en la religión aunque algo he leído, ese tipo de Islam, el de Turquía y las monarquías del Golfo Pérsico está íntimamente relacionado con el Neoliberalismo, además el gobierno actual de Turquía, conducido por Recep Erdoğan, cuyo partido propone una especie de “Democracia Islámica moderada”, promueve un esquema que le viene como anillo al dedo al imperialismo ya que islamiza la sociedad, implementa una economía de corte financiero y sin intervención estatal y todo lo que sea diferente lo barren. Los kurdos dicen que Turquía quiere hacer una limpieza, tanto por cuestiones étnicas, como ya hicieron con los armenios en 1920 como por cuestiones políticas ya que propugna un modelo socialista”.
Cierta o no la acusación de que el Estado Islámico estaría financiado por Estados Unidos, tanto para Albani como para Aznárez existe en Medio Oriente un histórico conflicto entre dos modelos regionales. Por un lado: El eje Irán, Siria y Líbano, tres países con una frontal oposición hacia la OTAN, Israel y el islamismo más conservador. Sociedades con mayores libertades civiles y economías con fuerte participación estatal. Países que además son aliados estratégicos de Rusia. Por otro lado: El bloque pro-norteamericano comandado por Turquía y Arabia Saudita, con economías más abiertas a la inversión extranjera y un marcado conservadurismo social y político. “Esos países hacen esa medialuna chiita, variante minoritaria del Islam, que las monarquías del Golfo Pérsico y Turquía quieren reventar y dividir como hicieron en Libia porque son los 3 países que contienen el avance de Israel y de Estados Unidos en la región“, y aunque el PPK es muy crítico tanto de la teocracia Iraní como del nacionalismo autoritario de Basheer Al Assad, mantiene con estos una posición de amistad debido a la expansión de sus enemigos en común.
“Los comandantes del PPK nos decían que los iraníes o los sirios no los molestan en los campamentos porque saben que sus fronteras están defendida por el PKK y ahí no entra ni Al Qaeda, ni los yanquis, ni nadie, la parte de la frontera donde está el PKK es muy segura”, continúa el intrépido periodista.
Ya promediaba el acto de repudio cuando los organizadores del evento prepararon una carta para entregarle a las autoridades de la embajada turca, carta que las autoridades se negaban a recibir y que solicitaba el fin de la hostilidades y la ayuda militar frente al ataque del Estado Islámico. Mientras tanto, los miembros de las distintas organizaciones presentes comenzaron una serie de declaraciones en donde se pronunciaron en solidaridad con la lucha de los combatientes kurdos. Pero fue el último orador, Mehmet Dogan, un antropólogo kurdo de barba gris, anteojos y titular del Comité de Solidaridad de América Latina con Kurdistán quien cosecho la mayor cantidad de aplausos y le dio un cierre simbólico al acto, ya que en un español esforzado declaró: “Ellos quieren salir de esta crisis económica provocando guerras entre hermanos y la única fuerza grande, democrática y también armada que puede enfrentarlas es la organización del pueblo kurdo. Vamos a triunfar, pero no hay que permitir que como en la Segunda Guerra Mundial el imperialismo norteamericano nos robe la victoria,
Kobane es como Estalingrado, si cae se producirá la balcanización de Siria, Irak, luego vendrá Irán y finalmente la división llegará hasta India y China, todos los países serán fragmentados porque están preparando una nueva guerra mundial.
Pero los pueblos hermanos del Medio Oriente vamos a resistir y lo vamos a hacer también gracias a ustedes. Ahora vamos a bailar, vamos a cantar y vamos a gritar juntos contra el imperialismo”.
Ese discurso, probablemente el más emotivo de toda la velada, se refirió como antes lo habían hecho algunos militantes de a pie, a “La Batalla de Estalingrado”, el enfrentamiento bélico entre 1942 y 1943 en el cual el Ejército Soviético y la población local, resistieron y pudieron derrotar a las tropas de Hitler, lugar además en donde se inclinó la balanza a favor de los aliados. Una reflexión similar a la de Carlos Aznárez, quien dice que Kobane es en la actualidad más que la última barrera al Estado Islámico, es “la última frontera frente al avance del fascismo y el imperialismo”.

Publicado originariamente en  labrokenface.com
Por Diego Gómez

En abril de 1941, luego de la invasión y conquista nazi-fascista del reino de Yugoslavia,  el régimen liderado por Adolf Hitler otorgaba al movimiento ustasha[1] el control de los territorios de Croacia y Bosnia-Herzegovina. Allí se creaba el Estado Independiente de Croacia[2](NDH, del croata NezavisnaDržavaHrvatska),uno de los Estados títeres pro-nazis de la Segunda Guerra Mundial, que se distinguía por llevar adelante un nacionalismo de extrema derecha,sustentado en una firme adhesión al cristianismo católico, un marcado anticomunismo y un fuerte desprecio y persecución de la nacionalidad serbia que vivía en Croacia y Bosnia.


En agosto de 1941, contemporáneo a la implementación de la “Solución Final” a la cuestión judía, se creaba el campo de exterminio de Jasenovac, que estaba dividido en cinco sub-campos, incluyendo entre los mismos uno destinado a mujeres (Sisak) y otro a niños (StaraGradiska).  Ubicado a 100 kilómetros de la capital Zagreb, era un territorio en forma de triángulo rodeado por los ríos Sava, Una y VelikaStruga, lo cual hacía extremadamente difícil que los prisioneros pudieran escapar. Los campos de exterminio que funcionaron en el NHD se distinguieron absolutamente de los que se encontraban en Alemania o en los territorios dominados por los alemanes, pues lejos estuvieron de ser una maquinaria industrial destinada a la aniquilación de personas. Cuando llegaban los presos, los comandos encargados seleccionaban a aquellos más aptos para trabajar, y quienes eran considerados inadecuados para convertirse en mano de obra esclava eran conducidos a las orillas del río Sava, donde eran exterminados. La crueldad de los asesinatos cometidos fue enorme, los métodos eran salvajes en extremo; aparte de la utilización del srbosjec (en serbo-croata, cuchillo mata serbios), se realizaban grandes hogueras donde los prisioneros eran quemados vivos, también se los arrojaba en piletas de cal viva, se les golpeaba en la cabeza con un enorme y pesado martillo hasta la muerte o se los tiraba al río Sava para que muriesen ahogados.
Las víctimas de Jasenovac fueron todos aquellos grupos nacionales, políticos o religiosos considerados opuestos a los valores del movimiento ustasha. El pueblo serbio que habitaba Croacia y Bosnia, los judíos, gitanos y los luchadores antifascistas en general (croatas, serbios, musulmanes, etc) eran caracterizados como enemigos acérrimos del régimen. Especial énfasis se ponía en borrar cualquier tipo de pasado de la nacionalidad serbia en la región.MileBudak, el ministro de educaciónustasha, sostenía que un tercio de los serbios dentro de la NDH debían ser asesinados, un tercio tenía que ser exiliado y el tercio restante convertido al cristianismo católico. Distintas fuentes[3] y estudios calculan que en Jasenovac murieron un número cercano a las 700.000 personas, siendo la nacionalidad serbia un 80% del total.
La brutalidad al extremo de Jasenovac dejaba anonadados a los mismísimos informantes del ejército alemán. En un reporte llegado desde Croacia, para Heinrich Himmler[4], se detallaba lo siguiente:
Los ustasha han cometido sus actos de una manera bestial, no sólo contra los hombres, sino especialmente contra ancianos, mujeres y niños indefensos. El número de ortodoxos que los croatas han masacrado y torturado sádicamente hasta la muerte es de aproximadamente trescientos mil[5].
El 30 de marzo de 1945, los partisanos yugoslavos, liderados por el Partido Comunista de Yugoslavia comenzaban a bombardear las instalaciones del campo, haciendo retroceder a las fuerzas ustashas que lo protegían. Los ataques continuaban durante las primeras tres semanas de abrilmientras que las autoridades aceleraban los asesinatos en medio del fuego partisano. El 24, luego de casi un mes de asedio, las tropas del Consejo Antifascista para la Liberación de Yugoslavia[6] (AVNOJ Antifašističko Vijeće Narodnog Oslobođenja Jugoslavije) lograban vencer la resistencia e ingresar, pero los ustachas habían eliminado casi todo vestigio de sus atrocidades al incendiar la mayor parte de las edificaciones que pudieran dar cuenta del tremendo genocidio que allí había sucedido.
La iglesia católica croata había jugado un importantísimo papel en cuanto sostén político e ideológico del régimen ustasha. El cardenal de Zagreb durante la guerra, AloysiusStepinac, juzgado y condenado por la Yugoslavia de Tito debido a su complicidad con los ustashas, fue reivindicado por el Vaticano en muchas oportunidades y llegó a ser beatificado por Juan Pablo II en 1998. Recién en septiembre del 2009 el Arzobispo de Zagreb, JozipBozanic, reflexionó sobre el accionar de la iglesia católica: “aquí en Jasenovac, sentimos un profundo dolor por todas las víctimas, especialmente aquellas que aquí sufrieron y que fueron asesinadas por miembros del pueblo croata, y aún más por miembros de la Iglesia católica[7].
Finalizada la Segunda Guerra Mundial, el régimen comunista yugoslavo construía un monumento y levantaba un museo en memoria de las víctimas, pero durante las guerras de desintegración de Yugoslavia, a principio de los años 90 del siglo pasado, las fuerzas nacionalistas croatas bombardeaban el museo destruyendo los archivos históricos allí guardados.El nacionalismo secesionista que acababa con Yugoslavia (croata, serbio, esloveno, albano-kosovar o musulmán bosníaco), con el fin de legitimar sus aspiraciones,negaba y atacaba todo pasado que implicara la convivencia pacífica del pueblo trabajador balcánico. En definitiva, al intentar borrar el registro del horror que el nacionalismo burgués croata había llevado adelante en Jasenovac, se pretendía hacer a un lado que contemporáneo a la barbarie capitalista de la Segunda Guerra Mundial había surgido en Yugoslavia un movimiento político-militar (formado por obreros y campesinos y, dirigido por el Partido Comunista Yugoslavo) que no solo había vencido al nazi-fascismo sino que había derrotado a los colaboracionistas ustashas dando lugar a un Estado caracterizado por la convivencia de las distintas naciones y nacionalidades yugoslavas durante décadas.






[1]Movimiento nacionalista croata de extrema derecha surgido a finales de la década de 1920.
[2]El Estado Independiente de Croacia tuvo lugar entre los años 1941 y 1945. Fue derrotado por los partisanos comunistas yugoslavos
[3] Dependiendo de la fuente los números van desde medio millón hasta un millón de personas asesinadas. El Museo de Víctimas del Genocidio de Belgrado, cifra en torno a 700 000 las víctimas de Jasenovac
[4]Comandante en jefe de las SS y ministro del Interior del gobierno nazi. Fue uno de los más importantes gestionadores de las matanzas de judíos, eslavos, gitanos y disidentes en general durante el Tercer Reich.
[5]Novak, Viktor (2011) “Magnum Crimen: Half a Century of Clericalism in Croatia : Dedicated to the Known and Unknown Victims of Clericalism”. Gambit, Jagodina.
[6]Fue el gobierno provisional que se dieron los partisanos. Su fecha creación, el 29 de noviembre de 1943, era la principal fecha patria de la República Federativa Socialista de Yugoslavia
[7]http://www.jutarnji.hr/bozanic-u-jasenovcu---prerano/288735/

(La estigmatización del enemigo como justificación de la guerra).
Por  Martín Paolucci

Demonización por parte de la prensa comercial de personajes incómodos a Estados Unidos o Europa. Coberturas que provocan un consenso hacia la guerra contra determinados países. ¿Se puede anticipar un conflicto armado y evitar caer en la manipulación de los gobiernos? Tal vez haya que empezar con una lectura crítica de los medios de comunicación.

En la jerga militar se denomina "Hipótesis de conflicto" al estudio de como los intereses en disputa de dos o más países podrían culminar en una futura guerra. Estas teorías se discuten en los institutos militares de todo el mundoy están vedadas para el gran público. ¿Existe otra manera, además de conocer estas “hipótesis”, de anticipar cuáles serán las próximas grandes guerras?

Distintas guerras tanto pasadas como actuales hubieran podido anticiparse. Solo había que observar que conflictos trataba con mayor énfasis el periodismo europeo y norteamericano. ¿Por qué ciertas masacres son más importantes que otras? ¿Por qué algunos gobiernos autoritarios, o simplemente contrarios a Estados Unidos, son de repente del interés de la mayoría de los diarios y canales de noticias?.



Saddam Hussein en Irak[1]

;

Slobodan Milosevic en Serbia[2]

;

Hugo Chávez en Venezuela[3]

o

Salvador Allende en Chile[4],son algunos ejemplos de esto.

 No en todas, pero si en muchas de las coberturas de estos gobiernos, se puede ver un esbozo de "hipótesis de conflicto" convertidas en artículos. Como si los documentos viajaran desde los servicios de Inteligencia hasta la mesa editorial de los medios.Un enemigo político se convierte, de repente,en un peligro real para los ciudadanos comunes. Y entonces una guerra no solo es justificable. Es necesaria.Si esta complicidad es real o pura coincidencia, se desconoce. Pero las evidencias circunstanciales abundan.

Tal como dice el lingüista y pensador norteamericano Noam Chomsky

"Estados Unidos es inusual entre las democracias industriales en cuanto a la rigidez del sistema de control ideológico, "adoctrinamiento", podríamos decir, ejercido a través de los medios masivos.”[5]



Donde Chomsky dice “Estados Unidos”, se podría poner “OTAN” u “Occidente”, ya que la globalización económica también implica globalización de intereses militares.

Hay dos ejemplos bien claros del comportamiento descrito anteriormente. Dos conflictosalejados entre sí por más de 100 años y miles de kilómetros,pero donde el periodismo tuvo el mismo modus operandi. El primero ocurrió en 1898 como previa a la

guerra hispano-estadounidense[6]

en Cuba, y el segundo en 1990, luego de la invasión que el dictador iraquí Saddam Hussein hizo del Emirato de Kuwait.

En ambos casos la prensa se ocupó durante meses de estigmatizar a dos potenciales amenazas. En el caso de España debido a la competencia que tenían por quedarse con la Isla de Cuba, y en el caso de Saddam, un ex aliado, por su intento de expandir su poder a costa del mayor aliado de los norteamericanos, Arabia Saudita. Cuando se trató de España exageraron los, reales, abusos coloniales al punto de que para los lectores prácticamente todos los españoles que vivían en la Isla violaban, torturaban o mataban cubanos. Y además se los culpó sin pruebas de hundir un buque norteamericano apostado en La Habana.

Cuando se trató de Saddam, se lo comparó con Hitler y se revelaron matanzas que años antes, cuando era amigo, habían pasado por alto. Finalmente, a la hora de intervenir militarmente contra estos enemigos, el público estaba tan convencido de la maldad de estos que apoyaron fervorosamente la invasión, tanto de Cuba como 101 años después, de Irak.

Una lectura inteligente de los mediospor parte de los periodistas y académicos honestos, y una revisión de la historia de la prensa hubiera podido desenmascarar operaciones militares que al día de hoy, siguen quedando impunes. Operaciones que representan un gran sufrimiento para los seres humanos. Es por eso, que hay que interpelar a la prensa occidental de manera crítica. Una prensa de la que somos protagonistas, como lectores o periodistas.





[1]El sociólogo y periodista argentino Pedro Brieger argumenta que durante las dos guerras del Golfo se hizo una “magnificación y mitificación del poderío de Saddam Hussein” y que todo esto se hizo solamente para “obtener legitimidad y consenso para lanzar la ofensiva militar”.

[2]Parenti, Michael (2002). To Kill a Nation: the Attack on Yugoslavia. Verso Books. E.E.U.U.

[3] Nelson, Brian A. (2009). The silence and the scorpion : the coup against Chávez and the making of modern Venezuela. Nation Books.

[4]Dermota, Ken (2002). Chile inédito: el periodismo bajo democracia. QuebecorWorld Chile.

[5] Chomsky, Noam (1977). Lenguage and Responsability. Pantheon.

[6]  Spencer, David R. (2007). TheYellowJournalism USA. Northwestern UP.
Por Diego Gómez (*)

Cuna de civilizaciones y cocina de distintas culturas, Medio Oriente parece condenado a ser un escenario en donde la guerra y la tragedia son la regla y no la excepción. El interminable conflicto palestino-israelí, la Guerra de Irán-Irak, las dos guerras del golfo y el conflicto que aqueja a Siria e Irak hoy en día son tan solo algunas de las manifestaciones bélicas que se han dado durante buena parte del siglo XX y lo que va del XXI.
Ante esta suma de repeticiones surgen dos caminos posibles para comprender la situación; uno es considerar a la región (a sus pueblos, culturas e idiosincrasias) como esencialmente conflictiva y fatalmente destinada a lo bélico; el segundo, que aquí se suscribe, pone la atención sobre la comprensión histórico-política de las hostilidades.


Vivir en un presente constante, anular la ligazón con el pasado es una característica sustancial de la  postmodernidad, pero este accionar no ayuda en nada sí se quieren entender y resolver, desde el interés de los oprimidos, los problemas que aquejan al mundo en el siglo XXI. Y para  comprender, partiendo de punto de vista crítico, es necesario desarmar lo que viene “dado”, ver que hay detrás de lo aparente, como decía Walter Benjamin, “cepillar la historia a contrapelo”[1].
A contramano del discurso occidental hegemónico, que toma a “Oriente”[2] como una instancia atrasada, bárbara y peligrosa, se puede historizar el problema y ver que Occidente, desde su penetración en Medio Oriente, ha contribuido sobremanera en cuanto agente desestabilizador de la región. A mediados del siglo XIX tuvo lugar la Guerra de Crimea[3], en donde se enfrentaron el Imperio otomano y el Imperio zarista. El segundo, con mayor poderío económico y militar, se encaminaba a ganar la guerra hasta que Francia y Gran Bretaña, las principales potencias europeas de la época, decidieron socorrer al sultán para limitar el avance del zarismo en Asia y Europa. Vencido el Imperio ruso, el Imperio otomano se vio obligado a realizar concesiones hacia las potencias occidentales que habían evitado su derrota. Durante el último cuarto del siglo XIX cónsules, empresarios y comerciantes europeos penetraron en los dominios del sultán, especialmente en Medio Oriente, para llevar adelante sus negocios.
Más adelante, finalizando la Primera Guerra Mundial, el Imperio otomano se desintegró y buena parte de sus territorios fueron botín de Francia y Gran Bretaña, quienes trazaron fronteras[4] con el fin de propiciar el surgimiento de Estados en donde el poder político fuera absolutamente dependiente de las decisiones hegemónicas europeas. Se crearon reinos y mandatos sin tener en cuenta ningún tipo de lógica religiosa, nacional, cultural y lingüística. En definitiva, vieron la luz pequeñas formaciones estatales, en su mayoría monarquías dependientes, con gobiernos profundamente antipopulares y permeables a los intereses de los imperialismos europeos y, más adelante, de los EEUU.
La historia de Medio Oriente no puede entenderse sin la profunda ligazón que esa región tiene con el mundo occidental desde al menos 150 años. Es más, ¿existiría la categoría política, cultural, religiosa y geográfica de “Medio Oriente” de no existir el Occidente que la utiliza? ¿No fueron los británicos e ingleses, allá por 1915, quienes les ofrecieron a los terratenientes árabes la futura independencia política a cambio de que lucharan contra los turcos durante la Primera Guerra Mundial? ¿No fue el canciller británico Lord Balfur quien en 1917 realizó una declaración de simpatía, ante el magnate británico de origen judío Lord Rostchild, hacia la colonización sionista de Palestina? ¿No fueron las Naciones Unidas, un invento de aquellos que vencieron en la Segunda Guerra Mundial, quienes determinaron que en Palestina debería haber dos Estados, uno árabe y otro judío? ¿Sadam Hussein era aliado cuando enfrentaba a la república Islámica de Irán, durante la década del 1980, pero se convirtió en el líder del “Eje del Mal” pocos años después?
Un relevamiento de los conflictos en Medio Oriente, desde la Guerra de Crimea hasta nuestros días, permitiría ver que poco tienen de autóctonos y que son en buena medida el resultado de intereses políticos y económicos que se encuentran bien alejados y ajenos a la cultura, religión e idiosincrasia de sus pueblos. Parafraseando al político mexicano Porfirio Díaz, quien dijo: “Pobre México, tan lejos de dios y  tan cerca de los Estados Unidos”, acá se podría decir: pobre Medio Oriente, tan lejos de la justicia y tan cerca de Occidente.

[1] Benjamin, Walter (2008). Tesis Sobre la Historia y Otros Fragmentos. Itaca, D.F México.
[2] El sociólogo palestino-estadounidense Edward Said sostiene que  “Oriente” y “Occidente” operan como términos opuestos, construyéndose el concepto “Oriente” como una inversión negativa de la cultura occidental.
[3] Conflicto bélico entre el Imperio ruso, regido por la dinastía de los Romanov, y laalianza del Reino UnidoFrancia, el Imperio otomano (al que apoyaban para evitar su hundimiento y el excesivo crecimiento de Rusia) y el Reino de Piamonte y Cerdeña, que se desarrolló entre octubre de 1853 y febrero de 1856.
[4] El tratado secreto Sykes-Picot (1916) y la Conferencia de Paz de Paris (1919) determinaron la geografía política de Medio Oriente.
(*) Sociólogo y docente de la USAL, UBA y ETER.

Pablo Iglesias, el referente de Podemos, es el conductor de "Fort Apache", uno de los programas televisivos de habla hispana de mayor consistencia y rigor teórico al momento de analizar la realidad internacional, que se emite por la cadena iraní Hispavisión. En la edición que compartimos con Ustedes, la mesa analiza la realidad de América Latina después del triunfo de Macri y de la derecha venezolana y la crítica situación del gobierno de Dilma Rousseff en Brasil, (por supuesto, es anterior a la compulsa electoral boliviana que derivó en la aparente derrota de Evo Morales). Como este tipo de análisis no abunda justamente en la Argentina, creemos que es oportuno ponerlo a disposición de nuestros lectores, que seguramente habrán advertido la ocupación permanente de este blog en temas que condicionan y atraviesan la realidad regional.


Por Eduardo Luis Aguirre

Haití intenta definir su compleja situación política e institucional, sobre el filo del vencimiento del mandato constitucional del Presidente Michel Martelly. Treinta años después del régimen sangriento de "Baby Doc" Duvallier, el sufrido pueblo antillano no logra superar una historia compleja de postración, expoliación imperialista y atraso, a pesar de haber sido el primer país latinoamericano en declarar su independencia, en la recordada y heroica revolución de los esclavos (1791-1804). 
El país más pobre del continente es, además, el más injusto. Su opulenta y corrupto clase dominante (el 4% de la población) posee el 64% de las riquezas de la nación. La expectativa de vida es de poco más de 50 años. El 70% de la población vive en condiciones de extrema pobreza. La mitad de la misma sobrevive con menos de un euro diario y únicamente el 30% de los habitantes de la región más desfavorecida de la histórica Isla Española posee agua potable. El terremoto de 2010 terminó de sepultar al país en las condiciones de desastre colectivo más dantesco. Los indicadores de conflictividad y privación social son, en la actualidad, inimaginables.
No obstante, en este escenario desesperante de desolación, los haitianos acaban de rechazar de plano la intervención de la OEA y piden que el mundo respete las decisiones populares con prescindencia del desembarco de una institución a la que profesan una comprensible desconfianza. Desde la oposición hasta la propia iglesia católica se han opuesto a la injerencia de la entidad. No les falta razón. Los isleños intuyen que la OEA responde a los designios de los Estados Unidos, que ha adoptado medidas económicas que , entre otras calamidades, aplastaron la producción arrocera haitiana, asestando un golpe de gracia a la endeble economía del país, que todavía sigue pagando el precio a la osadía épica de haber sido la vanguardia de la independencia de las colonias americanas. Como contrapartida de esta repulsa, la CELAC, que enviara una misión de cancilleres a Puerto Príncipe, acaba de lograr un compromiso del gobierno y el senado haitiano de avanzar hacia una solución consensuada de la crisis asegurando la paz y la vigencia de las instituciones democráticas, bajo las cuales debería culminar el complejo proceso electoral iniciado el año pasado, sospechado de irregular. Una nueva muestra de la representatividad y legitimidad de la Comunidad, que es visibilizada como una expresión genuina de los gobiernos y los pueblos de la región, a diferencia de la burocracia creada por Washington para disciplinar los asuntos de su patio trasero.
Video originario de Telesur.
Por Ignacio Castro Rey

"Incluso comprender ya es un heroísmo (...) Cada vez me parece que todo es una cuestión de paciencia, de amor que crea paciencia, de paciencia que crea amor". Clarice Lispector

I
No hay lágrimas suficientes para estar a la altura del dolor de cada una de las 129 víctimas parisinas, de su angustia y zozobra, de su desorientación. Es el espanto de una humanidad que de pronto, buscando recuperarse del agotamiento laboral, se ve atrapada en un infierno de estallidos, plomo y fuego, teniendo que oler su propia sangre por todas partes, mezclada con el suelo que pisa.

II

El mal existe, ha existido siempre, un mal que incluso no tiene nombre. Si el hombre no es el mal, al menos éste siempre ha estado en la historia. No volvamos entonces a repasar la lista de afrentas, de un lado o de otro. No hace falta, y sería un poco obsceno, buscarlo sólo en los otros. Los atentados de París, mientras tanto, han impactado en un público apacible y multiétnico -curiosamente, también es multiétnico el grupo de atacantes-, pero masivo en sus costumbres. Una población pacífica, pero un poco ensimismada y bastante previsible. Un blanco fácil, pues. Y la masificación es así: es sencillo infiltrarse en ella, actuar en medio, simular su simulación. Nos juntamos en masa para no pensar por cuenta propia, de ahí las olas de pánico.

III
No hay que descartar que a nuestros líderes les importe tanto la sangre de los muertos y heridos, en pleno altar de la Libertad, como los otros símbolos lesionados: el corazón de Europa y de la democracia, el santuario de la civilización, el universo del orden y la seguridad... Y es esta cuasi religión -compuesta de aislamiento individualista e información masiva- la que crea el peligro, la que atrae los estallidos y la metralla. Aproximadamente igual que una torre atrae el rayo a la más mínima señal de tormenta eléctrica.

IV
Por su propia inercia la masificación teme a cualquier peligro externo. Y en ella, todo lo oscuro o silencioso es externo. Tememos entonces a cualquier lobo solitario como un globo hinchado teme a una aguja. La avidez de la prensa estos días, pendiente del "hombre más buscado del planeta", tenía algo de atávico y también de dramáticamente significativo. Buscando localizar el mal fuera, la información es el opio del pueblo. No obstante, todas las medidas preventivas serán insuficientes para contrarrestar un temor que viene de abajo, de la indefensión que produce la inercia, el automatismo que llamamos Seguridad o simplemente Economía.

V
Parece también sintomático que el Estado Islámico haya atacado a un público alternativo, a ese tipo de europeo multiétnico y libertario que está a favor del diálogo y de tender puentes. No hay que descartar esta hipótesis: golpear el ala izquierda de París, como si nuestro orden democrático fuera uno solo para ellos. Y enconar así el choque de civilizaciones.

VI
La gran ventaja de Daesh -Isis o EI: no sabemos ya cómo nombrarlo, y esto tal vez indica una naturaleza móvil, mutante, proteica- es estar dispuestos a dar la vida por algo en medio de una religión de la Seguridad donde nadie daría su vida por nada. Hasta el terrorismo, a su pesar, demuestra que no existe tecnología numérica comparable a la voluntad o a la resolución; al coraje de mantener una decisión, una sola idea que le de forma a la vida. En nuestra existencia capitalista, encauzada por la metafísica del cálculo y la seguridad, ¿recordamos todavía algo de ese suelo elemental? Ellos sí, y ésta es su primera gran baza.

VII
Es desde esta opulenta neutralidad y distancia -la democracia formal como masivo aislamiento personal conectado después por fuera- que hemos bombardeado a los musulmanes sin piedad. Civil y militarmente, conceptual y materialmente. Da un poco de vergüenza, es odioso y cansino volver a repetirlo, pero la historia misma se repite. Repasemos sólo esta lista de nombres: Afganistán, Mazar-i-Sharif, Irak, Faluya, Abu Ghaib, Guantánamo, Somalia, Sudán, Chad, Mali, Libia, Siria... Y Gaza y Cisjordania todos los días. Millones de muertos, de  heridos y humillados, de aldeas y familias destrozadas. Sin mucho detalle, busquemos en las hemerotecas o Internet el significado de estos nombres; muy distintos, pero significando una similar torpeza. Peor aún, señalando un mismo desprecio, una idéntica estrategia de desconocimiento del mundo islámico.

VIII
El pánico es la mejor arma del terrorismo. Incluso sin suspensión de encuentros deportivos, sin estados de excepción, sin endurecimiento de leyes ni persecución de los inmigrantes. Pero el pánico es también nuestra vida cotidiana, un mecanismo sin el cual no podríamos vivir. Es anterior al primer atentado, del cual apenas tenemos memoria. El miedo está instalado, inyectado, y duerme con nosotros. Tememos de hecho a todo lodurmiente porque sabemos que hemos abandonado el atraso de la tierra, las relaciones afectivas en lo comunitario, lo arcaico de los sentidos y la intuición. ¿No será que todas las culturas comunitarias son temibles, para nosotros, por esa fidelidad al afecto y los sentidos?

IX
El terrorismo nos expropia la paz cotidiana, es cierto. Pero éste es también el método de toda nuestra cultura occidental: una especie de estado de excepción permanente. No hay más que ver cómo se regodea la información durante estos días, con todo tipo de detalles escabrosos, para comprobarlo. Una sociedad que apenas tiene nada afirmativo que ofrecer, dijo hace ya treinta años un francés célebre, sólo puede vivir de sus enemigos. Es como si, internamente, necesitásemos el terrorismo, en sus distintas variantes.

X
El dispositivo cultural podría ser éste: Es posible que no nos vaya muy bien, pero el exterior es aún peor, prácticamente un infierno. Otra muestra de esta posible implicación interna con el terror es el hecho de que, como en el caso de Bin Laden y otros, los autores de la matanza sean casi un producto nuestro. En este noviembre trágico, jóvenes franceses y belgas de origen; antiguos chulitos de barrios, casi de discoteca; incluso pequeños delincuentes de las drogas.

XI
La macroeconomía, ideología salvadora -y sin ideas- que se incrusta en cuerpos, mentes y costumbres, supone un odio sonriente y democrático hacia la tierra. Nos hemos alejado de ella y de todos su pueblos atrasados, también de sus dioses. A los que, con frecuencia, hemos ofendido y castigado sin piedad. Porque además, muy particularmente, a la opulenta democracia capitalista Alah siempre le ha parecido un Dios de los pobres.

XII
Nueva York, Madrid, Londres, París. No es tan extraño que los errores externos reviertan algún día hacia dentro. No se trata de justificar nada -como asesinos en masa, ellos sólo entienden el poder de las armas- pero sí de entender. ¿De dónde viene todo esto? No es de Marte: el mal está cerca, incluso dentro. En el fondo, el terror es para nosotros lo real, el atraso de la vida terrenal. Y el problema es que nosotros, que huimos de ella, no tenemos mucho que ofrecer. Sólo un espectáculo efímero de gestión, extremadamente vulnerable.

XIII
No es disculpa para nada, pues los terroristas no merecen más que la represión armada. Pero habría que explicar algunas cosas: esta oleada que no cesa, esta organización fluida y mutante, la migración a la Yihad de miles de jóvenes europeos, convertidos a una rabia suicida. Como decía un ministro español: "Contra ETA todo era relativamente fácil. ¿Qué hacemos sin embargo frente miles de personas que están dispuestas a morir? Y un palestino, recuerden, decía hace años: No pueden matarnos, ya estamos muertos.

XIV
Nosotros también hemos hecho el mal, masivamente. Por razones estratégicas de una inteligencia dudosa, hemos destrozando naciones que, sin ser perfectas -Irak, Libia, Siria-, se mantenían en una relativa paz. ¿La paz de los cementerios? ¿En naciones artificiales creadas ayer? No, no exactamente. Y además, aunque fuera así, eran naciones que mantenían una cierta convivencia. Sin embargo, aprovechando incluso la primaveraárabe, las destrozamos; elegimos el caos, el enfrentamiento tribal que las empuja a "la edad de piedra". Cuando, hay que recordarlo, nadie entre nosotros prefiere el caos a una dictadura: ni siquiera ocurría esto bajo el régimen de Franco.

XV
Es necesario, si no creemos estar en un enfrentamiento de civilizaciones, sino en una "guerra" de distintas civilizaciones contra el terror, revisar nuestra estrategia geopolítica. Debemos cambiar urgentemente nuestra lógica de alianzas. Para empezar con Rusia, a la que hemos dejado sola en la lucha contra esa fuerza armada con el resentimiento y el odio. Es necesaria otra política militar que haga entrar a Irán y a los países musulmanes en la alianza. Hoy y mañana, el entendimiento político y militar de Francia con Rusia es clave, ponga la cara que pongan Obama y Netanyahu.

XVI
Lo otro, nuestra relación con la religión, parece que por ahora no podremos revisarlo. La reforma cultural habrá que dejarla para más adelante. Pero algún día tendremos que encararla. Y entonces, algún día, habrá que entrar en la religión y tomarla en serio. Y no sólo como respetablecreencia que conmueve nuestra tolerancia -siempre un poco paternalista-, sino como una tecnología punta del conocimiento en todos los pueblos que no quieren despegarse de la tierra.

XVII
El cristianismo ha sido, desde hace mucho tiempo, más comprensivo con el Islam que la furiosa religión del capital, este integrismo laico de la libertad individual -su furioso aislamiento- sedada con el derecho a la conexición. Es urgente pensar el pensamiento que porta lo religioso. Y en particular, por lo que nos atañe, las tres religiones del Libro; también para estudiar lo que tiene en común, que puede ser mucho. Pero tres no comercian si uno no quiere.


 Madrid, 22 de noviembre de 2015


Los brutales atentados de París ponen de manifiesto que nada ha cambiado para el capital. La violencia será respondida con una violencia peor que la que, anteriormente, se había convertido en el pretexto para este tipo de ataques abominables compatibles con las réplicas que caracterizan las denominadas "guerras asimétricas". Inmediatamente después de haberse conocido los múltiples crímenes en Francia, pudo escucharse en las grandes cadenas internacionales a caracterizados voceros políticos del capitalismo europeo, tales como Pablo Casado, Arturo Rajoy, David Cameron y Francois Hollande, repetir que los hechos formaban parte de una guerra desatada contra Occidente, contra su forma de vida, contra la democracia y contra los demócratas. Y que serían sancionados impiadosamente, apelando a la mayor expresión de la violencia organizada global. Una letanía colonial mediante la que se pretendía justificar la réplica asesina sobreviniente. Que puesta en boca de estos personajes, no puede sino despertar indignación.
Vayamos por partes, y tratemos de entender las cuestiones principales implicadas en el conflicto. La primera de ellas debería ayudarnos a responder quiénes crearon el flagelo del EI y quiénes lo han financiado.



 El presidente Al Assad, ha advertido sobre las mentiras y la hipocresía de los países que ahora luchan contra un “monstruo” que ellos mismos han creado (1). 
Hillary Clinton ha ido todavía más lejos en el reconocimiento de la responsabilidad de su país Ha llegado a afirmar que "Si Washington hubiera financiado y armado antes y mejor a los insurgentes sirios cuando empezaron las protestas contra Al Assad, el Estado Islámico no estaría avanzando en Oriente Medio" (2) . 
En una revelación insólita, teniendo en cuenta el rosario de amenazas y la invocación de valores esgrimida después de los atentados, el presidente de Francia, François Hollande, admitió haber ordenado la entrega de armas a los terroristas que luchan en Siria, desde mediados de marzo de 2011, contra el gobierno de Bashar al-Asad. Hollande hizo estas declaraciones en una entrevista concedida al diario local‘Le Monde’ en la que justificó que esa entrega de armas estaba en conformidad con los“compromisos europeos” (3). Algo tan grave que los medios no pueden menos que ocultar o silenciar.
"Los medios no van a decir que la culpable de esta masacre en París es la OTAN. La misma que armó y entrenó a ISIS para derrocar a Al Assad llamándolos “rebeldes” que “defendían la democracia y libertad”, la misma que ha creado la crisis humanitaria de los refugiados para justificar una invasión de Siria, la misma que financió y creó a Al Qaeda para hacer lo mismo en Afganistán contra los rusos, la misma que tiene interés en crear una crisis que justifique sus desmanes bélicos, la misma que animó a Francia a armar a los “rebeldes” sirios como reconoció Hollande (Hollande admite que Francia está armando a los terroristas en Siria) y luego a bombardear sus posiciones y esperar que no hubiese ninguna reacción bélica. Porque eso que ellos llaman “terrorismo” en sus medios de propaganda no es terrorismo, es una guerra iniciada por los EEUU y desplegada en su colonia Europa, una vez más su patio trasero; como lo es Latinoamérica" (4)
Noam Chomsky también afirmó el año pasado que “La aparición del EI y la difusión general del yihadismo radical es una consecuencia bastante natural del martilleo de Washington sobre la frágil sociedad de Iraq". “Creo - continuó señalando Chomsky- que Estados Unidos es uno de los creadores fundamentales del EIIL. (…) Sus intervenciones destructivas en el Medio Oriente y la guerra en Irak fueron las causas básicas del nacimiento del EIIL” (5).
Edward Snowden, también anticipó que los servicios de inteligencia de EE.UU., el Reino Unido e Israel trabajaron conjuntamente en la creación del Estado Islámico (6).
Sobre esta cuestión, entonces, no parecen existir demasiadas dudas. Y eso debería escandalizar al  mundo y activar todos los dispositivos institucionales disponibles para debatir e intentar resolver este tipo de actividades criminales masivas, empezando por la propia ONU.
Más compleja es la determinación cuantitativa del financiamiento. Algunas fuentes hablan de 2.500 millones de dólares. Otras, multiplican por varias veces esa suma, y añaden otros aportes económicos tales como el dominio del petróleo por parte de Daesh, además de los dividendos que se obtienen de una marcada y creciente territorialización de la organización.
Finalmente, de cara a los trágicos hechos de París, es necesario volver sobre algo que ha sido motivo de análisis en nuestra hoja: el por qué de la intervención de Occidente en Oriente Medio y del empecinamiento de Estados Unidos en convertir a Europa, por primera vez en su historia, en un continente que tiene severos y urgentes conflictos en todas sus fronteras.
Agregamos ahora un dato, que no es nuevo, pero que conviene recordar.
Durante el año 2014, la analista Nazanin Armanian había advertido en un artículo titulado "EEUU y la OTAN planean desmantelar la Federación Rusa", que Occidente se planteaba nada más y nada menos que la fragmentación territorial del país más grande de la tierra.
Rusia, en su resurgimiento, ha pasado a ser una hipótesis de conflicto forzada por el Imperio, y la tarea de aislamiento es continua y sistemática. Pasa por sus vecinos Irán y Siria, atraviesa Europa, se materializa en las sanciones económicas  y tiene severas réplicas en América Latina, donde la restauración conservadora en ciernes en varios países de la región tiende, entre otros objetivos neocoloniales, a debilitar la intensidad de las relaciones bilaterales de los mismos con la administración Putin.
Decía Armanian en su vigente artículo: "La revolución Gris de hoy en Ucrania tiene el objetivo de culminar la fallida movida naranja de 2008: convertir el país en la plataforma donde poder completar el cerco alrededor de Rusia y provocar la desintegración de la Federación....Según la propuesta de Zbigniew Brzezinsky, para "liberar" los ingentes recursos naturales del país más grande del mundo hay que dividirlo en tres estados:  una república rusa europea, otra siberiana y otra tercera del Lejano Oriente" (7). Eso, parece obvio, se lograría únicamente por la vía militar en la enésima y más grande repetición de un "estado de excepción" del que Francia ha decidido participar. Y no precisamente a partir de los anuncios de Hollande. El histórico comportamiento colonial galo en el medio oriente incluyó las arquitecturas geográfico políticas posteriores a la caída del imperio otomano, que dieron origen a países que respondían al diseño y los intereses coloniales. Eso, vale aclararlo, ocurrió también en Siria, en la que Francia asumió una influencia política y económica decisiva. Pero se extendió a otras regiones que los campeones de la libertad mantuvieron bajo sus dominios a sangre y fuego. Tal vez pocos lo recuerden, pero exactamente el mismo día que los emocionantes festejos libertarios de la ocupación alemana engalanaban París-el 8 de mayo de 1945-, los franceses aniquilaban a 45.000 argelinos en Satif (8), por el solo hecho de luchar por la misma idea de independencia que se festejaba en la metrópoli, sin que la historia registrara ese bochorno. Como observamos, las lógicas del capitalismo global no solamente no se han revertido, sino que, por el contrario, han asumido las formas más brutales y encarnizadas que presagian la continuidad de las masacres.

(1) http://www.librered.net/?p=39736
(2) https://actualidad.rt.com/actualidad/view/136648-clinton-ayuda-rebeldes-sirios-estado-islamico
(3) http://canarias-semanal.org/not/13954/hollande-admite-que-francia-esta-armando-a-los-terroristas-en-siria/.
(4) Shangay Lily:No es terrorismo, es una guerra de la OTAN, disponible en http://blogs.publico.es/shangaylily/2015/11/14/no-es-terrorismo-es-una-guerra-de-la-otan/ .
(5) http://regeneracion.mx/mundo/estados-unidos-es-el-creador-del-estado-islamico-noam-chomsky/
(6) https://actualidad.rt.com/actualidad/view/134244-snowden-mosad-crear-estado-islamico
(7) http://www.nazanin.es/?p=10689
(8) http://derecho-a-replica.blogspot.com.ar/2013/04/los-crimenes-franceses-en-argelia-los.html