Por Eduardo Luis Aguirre

En varias  de nuestras entregas anteriores hicimos referencia a  las singularidades propias del capitalismo en su fase neoliberal y a su aptitud para construir y colonizar las subjetividades,  una imposición cultural que opera como reaseguro de su dominación global.

Por Hamlet López García (*)



El pensamiento de la complejidad, como marco teórico de referencia, ofrece comprender procesos con características particulares con los cuales los investigadores sociales estamos acostumbrados a lidiar.

Por Eduardo Luis Aguirre

La incertidumbre frente a lo desconocido y la profundización acelerada de un nuevo modelo de acumulación y concentración del capital parecieran sugerir que las preocupaciones por la sordidez y las gramáticas inconmovibles de las variables económicas desbocadas fueran el único prisma a través del cual podría analizarse este nuevo hiato de la historia propia.

Por Jorge Alemán (*)

La narrativa del Capital constituye la mejor descripción de la jaula de acero Metafisica en la que ha quedado emplazada la existencia. La riqueza deviene mercancia, el valor de uso se vuelve valor de cambio,el trabajo concreto se convierte en trabajo abstracto, el trabajador y su trabajo vivo se metaboliza en las relaciones de producción vendiendo su trabajo bajo el modo de la mercancía, el trabajo socialmente necesario se vuelve una maquina generadora de plusvalor.

Por Jorge Alemán (*)

Los distintos estudiosos del neoliberalismo consideran bajo distintos ángulos teóricos que constituye un nuevo tipo de “racionalidad” o fundamento que se va tornando incompatible con las tradiciones liberales modernas. Su característica más notable es la transformación del ser hablante, mortal y sexuado en un ente solo considerado como “capital humano”, el que imperativamente debe tender hacia su autovaloración permanente e ilimitada.

En su libro “La sociedad de iguales” (2013), último tramo de una saga destinada a reflexionar sobre las sucesivas transformaciones de las democracias (1), Pierre Rosanvallon, Profesor de Historia Moderna y Teoría Política en el Colegio de Francia, advierte sobre las distintas dimensiones históricas y sociales que han asumido estas formas de gobierno entre el siglo XIX y la contemporaneidad neoliberal.

Por Eduardo Luis Aguirre

"El servicio de venta se ha convertido en el centro o el ‘alma’ de la empresa. Se nos enseña que las empresas tienen un alma, lo cual es sin duda la noticia más terrorífica del mundo. El marketing es ahora el instrumento del control social, y forma la raza impúdica de nuestros amos. El control es a corto plazo y de rotación rápida, pero también continuo e ilimitado, mientras que la disciplina era de larga duración, infinita y discontinua".

Por Eduardo Luis Aguirre

Las características de la cultura dependen en cada etapa histórica de los sectores sociales hegemónicos que establecen una organización económica, política y social. Para ello reglamentan normas que se formalizan jurídicamente y que regulan las relaciones entre los miembros de la comunidad cuyo objetivo es reproducir las condiciones de dominación” (1)