"La ciudad sin luz": premoniciones árticas
Por Ignacio Castro Rey
A pesar de generarle sentimientos encontrados, Iñigo Errejón llegó a hablar recientemente de una desolada orfandad al terminar La ciudad sin luz, primera parte de Mil ojos esconde la noche. No es de extrañar. La intensidad carnal de los personajes y situaciones que Juan Manuel de Prada recrea es tal, el ritmo que nos acoge en ese universo ficticio es tan vivo que muy bien se puede producir, al término de convivir con esos perfiles en hervor, la aflicción de un vacío. Quizá la sensación de orfandad se alimente finalmente de algo parecido al temblor de una emoción que en La ciudad sin luz late por todos los poros y, sin embargo, en la vida corriente hemos dejado languidecer.

El hombre, digno, relata su calvario.
Detalla la barbarie de la sinrazón criminal y absurda.

Por Jorge Alemán

Cuando leo a diversos autores que describen con todo rigor las distintas mutaciones " antropologícas" desencadenadas por el capitalismo digital,financiero,algorítmico e hiperconectado,siempre surge en mi, la misma reserva que procede de mi izquierda lacaniana.

Por Eduardo Luis Aguirre

La caída de Granada, último bastión musulmán en suelo español, corona la soberanía territorial de las Españas.Queda eliminado así el poder político de los árabes, justamente en 1492.

Por Juan Carlos Monedero (*)

Si lo que nos queda es defender España a hostias ya hemos perdido. El “a por ellos” que han jaleado algunos centenares de personas a policías, arengándoles contra otros ciudadanos, es un grito impotente de gente a la que el siglo XXI les ha pasado por encima.

Por Eduardo Luis Aguirre

Según la definición clásica de Max Weber, el poder se explicaría como la probabilidad de imponer la propia voluntad, dentro de una relación social, aún contra toda resistencia y cualquiera sea el fundamento de esa probabilidad (1).

Por Eduardo Luis Aguirre

La alienación del neoliberalismo actual reproduce algunas de las características que el propio Marx había descripto en el siglo XIX, pero además añade otras formas diferentes de colonización de las subjetividades asentadas en el miedo, la angustia y la permanente disconformidad e inseguridad que el propio sistema genera.

Por Jorge Alemán

En tanto exiliado del 76 en España no simpatizo con los nacionalismos. Salvo excepciones, cuando se trata de naciones ocupadas e intervenidas por una potencia extranjera.