Por Eduardo Luis Aguirre
Existe una tendencia sorda, casi imperceptible, consistente en plantear la necesidad de cambios institucionales para evitar en un futuro incierto las alternancias con el desastre. Para ponerle freno, sin fecha cierta todavía, a lo que se supone podría ser un dispositivo neoliberal en retirada.
Por Jorge Alemán (*)
Lo que tienen en común las ultraderechas actuales es haberse librado de los complejos e inhibiciones democráticas procedentes del clima político posterior a la segunda guerra mundial del siglo XX. El decidido y sobreactuado retorno a una identidad nacional que se presenta con un relato épico sin fisuras tiene a lo “extranjero ” como la amenaza, el exterior, que puede atentar contra la unidad plena y consistente que las ultraderechas presentan como identidad nacional.
Por Eduardo Luis Aguirre
Los procesos de dominación social, a lo largo de la historia y en todos los casos, se valieron necesariamente de la figura de un colonizador, un sujeto que pasó al acto propiciando el señorío de algunos por sobre los otros sometidos. Pero debieron contar también -en todos los casos- con el concurso de sujetos colonizados que completaran esa relación de desigualdad. Eso vale tanto para la debatida capitulación de los poderosos pueblos originarios de Centroamérica (mayas, aztecas, toltecas) contra algunos centenares de españoles, como para analizar la férrea resistencia mapuche contra el invasor español que duró cuatro siglos.
Quinientos años de ininterrumpida colonialidad nos llevaron a presumir que la historia no abarcaba a otros pueblos que no fueran los que proclamaron la centralidad moderna de Europa. Más aún, la connotación inexorablemente institucional del racismo llevó a muchos prohombres emblemáticos del mito del progreso a dudar y negar la condición humana de los pueblos subalternos.
Por María Liliana Ottaviano
“El otro ya ha sido suficientemente masacrado. Ignorado. Silenciado.
Asimilado. Industrializado. Globalizado. Cibernetizado. Protegido.
Envuelto. Excluido. Expulsado. Incluido. Integrado. Y vuelto a asesinar.
A violentar. A obscurecer. A Blanquear. A normalizar.
A normalizar excesivamente. A estar fuera y estar adentro.
A vivir en una puerta giratoria.
El otro ya ha sido lo bastante observado y nombrado como para que podamos ser tan impunes al mencionarlo y observarlo nuevamente.
El otro ya ha sido demasiado medido como para que volvamos a calibrarlo en un laboratorio desapasionado y sepulcral… ¿Y si el otro no estuviera ahí??”
(Carlos Skliar, ¿Y si el otro no estuviera ahí? )
Por Jorge Alemán (*)
A diferencia de otros teoricos actuales no creo que estemos situados frente a una "crisis de la hegemonia neoliberal" y en correlación con esta situación en un. "momento populista" Según esta visión la ultraderecha es la que está sabiendo valerse de la situación con su Populismo de derechas.