Por Eduardo Luis Aguirre

 

"Al día siguiente de fundar Colombia, Bolívar puso en práctica su propósito de iniciar la Confederación de los nuevos Estados hispanoamericanos. La idea de reunirlos en un Congreso en el istmo de Panamá cobró forma. Designó a don Joaquín Mosquera ministro plenipotenciario y encargado de negocios ante los gobiernos del Sur para gestionar el envío de representantes al istmo”.

Por Eduardo Luis Aguirre

Por Eduardo Luis Aguirre






2021. El capitalismo ha impactado finalmente contra la irracionalidad del apotegma de que todo es posible. La naturaleza reaccionó expresando los contornos trágicos de un no-todo, que a nadie parece importarle lo suficiente. Los pliegues de la política internacional actual se vuelven entonces infinitos e inescrutables. El sistema de control global punitivo hace años que ha admitido de manera explícita que el neoliberalismo como dispositivo es incompatible con la democracia decimonónica. Ahora sabemos que esta modalidad de acumulación tampoco se compadece con la paz, con la subsistencia de millones de seres humanos y con la supervivencia del planeta. Aparecen como por arte de magia ultraderechas delirantes en todos los lugares del mundo, con un sentido común que se sintetiza en el odio al otro y se expresa mediante una violencia criminal. El capital afronta sin pudores ni remordimientos una catástrofe humanitaria compuesta por un variado menú apocalíptico.

Por Eduardo Luis Aguirre

Hace treinta años, el 25 de diciembre de 1991, el entonces presidente de la Unión Soviética anunciaba al mundo la disolución del experimento socialista más importante hasta entonces conocido.

 



Por César Manzanos Bilbao (*) 



 

Ya en el siglo V antes de nuestra era, fue el pensador griego Jenofonte quien acuñó el término plutocracia para referirse a lo que hoy se define como la forma de gobierno en la que el poder está en manos de los más ricos o muy influido por ellos o, en otra acepción, a la clase social formada por las personas más ricas de un país, que goza de poder o influencia política a causa de su riqueza.

Por Eduardo Luis Aguirre

 



Hace algunos días, un compañero ensayaba en uno de nuestros habituales grupos algunas puntas interesantes respecto del estado actual del capitalismo globalizado. Una, en medio del horror cercano, aludía a la defección de las agencias del estado, eso que el Consenso de Washington denominara “gestión” en un prodigio de malversación semiótica que asimila el rol de los estados al de una empresa cuyo rol es administrar el día a día y lograr la mayor “eficiencia”, un concepto cuyo grado de indefinición, por supuesto, también destaca por su intencionalidad antes que por las mejoras que nunca, jamás, derraman sobre los pueblos las nuevas metodologías y prácticas que se abaten sobre los estados y agencias colonizadas con la misma lógica que el Caballo de Troya.

Por Eduardo Luis Aguirre (*)

 

 

El golpe cívico militar perpetrado contra el presidente Salvador Allende el 11 de septiembre de 1973 da cuenta de un delicado y complejo entramado internacional, que contó desde luego con la necesaria participación de las fuerzas armadas y de seguridad trasandina, su burguesía y una buena parte de las capas medias y altas de la sociedad chilena.

Por Eduardo Luis Aguirre

 

 

Hoy se conmemora otro aniversario de la finalización de los juicios de Núremberg, creados para investigar y sancionar las perpetraciones de horrendos crímenes contra la Humanidad cometidos por los nazis durante la segunda guerra Mundial. El mundo asistía azorado al acontecimiento de la Shoah, una forma de aniquilamiento que marcaría un antes y un después en la historia mundial y daría cuenta de lo que es capaz de hacer una ultraderecha odiante y desbocada. No obstante, vale la pena analizar críticamente ese ensayo judicial donde la comunidad internacional comenzó a sentar las bases de lo que hoy conocemos como Derecho Penal Internacional.