Por Eduardo Luis Aguirre
En medio de los trágicos avatares de la guerra en Ucrania y sus imprevisibles consecuencias, China hace su aparición como una tercera potencia con credenciales para intentar un acercamiento entre las partes en pugna y lograr la paz. Es la primera oportunidad en la que el gigante asiático se asumía como un liderazgo capaz de afrontar un rol pacificador en medio de una guerra atroz en un vertiginoso mundo de bloques. El hecho fue subestimado por la gran prensa mundial. Una clara manipulación más de las corporaciones mediáticas occidentales.
El 22 de febrero de 2023, China publicó el "Documento Conceptual de la Iniciativa para la Seguridad Global", que propone una solución a las preocupaciones de seguridad internacional más prominentes y apremiantes en la actualidad, no solamente al conflicto de Ucrania. El gobierno de Xi Xin Ping se hacía cargo de un rol pacificador global compatible con el histórico pacifismo de la República Popular, un estado con dos sistemas. Una realidad planisférica novedosa hacía que una potencia plantara cara a las soluciones criminales de las intervenciones humanitarias, los destinos manifiestos, las áreas de influencia, los bombardeos, la destrucción masiva y el unidimensionalismo cultural que el sistema de control global punitivo occidental ha decidido poner en pràctica a sangre y fuego desde que la OTAN revirtiera su objeto fundacional defensivo.
El documento es un verdadero parteaguas en la política internacional contemporànea. “Hoy en día –expresa-,”.
En abril de 2022, el presidente Xi Jinping, observando la tendencia general del mundo y, desde la perspectiva de ser responsable del futuro y el destino de la humanidad, presentó la Iniciativa para la Seguridad Global (ISG), que aboga por abrir un nuevo camino de seguridad caracterizado por el diálogo, la asociación y la ganancia compartida, en lugar de la confrontación, la alianza y la competencia de suma cero. Esto ha proporcionado una nueva dirección y un nuevo enfoque para eliminar las causas fundamentales de los conflictos internacionales y resolver los dilemas de seguridad a los que se enfrenta la humanidad. Hasta el momento, la ISG ha sido apoyada por más de 80 países y organizaciones regionales, lo que refleja las aspiraciones de la mayoría de los países del mundo. La formulación y publicación del "Documento Conceptual" constituyen una importante medida de China para avanzar en la implementación de la ISG. El "Documento Conceptual" seguramente conducirá a la comunidad internacional a fortalecer aún más el pensamiento colectivo sobre "¿qué tipo de concepto de seguridad necesita el mundo y cómo pueden los países lograr la seguridad común?"; generar más consensos globales y, al mismo tiempo, brindar soluciones, métodos y rutas de acción a las cuestiones actuales de la seguridad global.
El "Documento Conceptual" expone en profundidad los conceptos y principios centrales de la ISG, aclara las direcciones clave de cooperación y los mecanismos de la plataforma, y demuestra la responsabilidad de China de mantener la paz mundial y su firme determinación de salvaguardar la seguridad global. China se adhiere al concepto de persistencia en la visión de seguridad común, integral, cooperativa, sostenible; persiste en respetar la soberanía e integridad territorial de todos los países épocas de desastre globalizador; persiste en acatar los propósitos y principios de la Carta de la ONU;persiste en tomar en serio las razonables preocupaciones de seguridad de todos los países;persiste en solucionar las discrepancias y disputas entre países de forma pacífica mediante diálogos y consultas;persiste en defender la seguridad en áreas tanto tradicionales como no tradicionales. El "Documento Conceptual" señaló que China está dispuesta a llevar a cabo una cooperación de seguridad bilateral y multilateral con países de todo el mundo y organizaciones internacionales y regionales en el marco de la ISG, y promover activamente el acoplamiento de los conceptos de seguridad y la integración de intereses. El "Documento Conceptual" enumeró plataformas y mecanismos de cooperación, incluida la Asamblea General de las Naciones Unidas, la Organización de Cooperación de Shanghái y las futuras actividades de alto nivel de la ISG, expresó que China proporcionará una cuota de 5.000 personas a los países en desarrollo de todo el mundo en los próximos cinco años para capacitar profesionales de especialidad de enfrentar a los problemas de seguridad global.
Sobre la cuestión de Ucrania, el "Documento Conceptual" enfatizó que China apoya una solución política de la crisis bélica a través del diálogo y la negociación. Por esta razón, China seguirá impulsando conversaciones de paz, en lugar de echar leña al fuego como hacen algunos países. China publicó la "Posición de China sobre la solución política de la crisis de Ucrania" y seguirá estando firmemente del lado de la paz y el diálogo”.
La necesidad de un mundo más seguro y pacífico, que revalorice los diálogos y las negociaciones es un objetivo superador, incluso, de los inocuos roles jugados por las grandes instituciones globales o regionales dedicadas supuestamente a preservar esos fines (*).
El ocultamiento de este manifiesto obedece a los esperables prejuicios ideológicos. Un país no occidental levanta la bandera del derecho internacional, la paz y la convivencia pacífica en un mundo donde se registra una veintena de guerras. Por supuesto, eso es inaceptable para aquellos que ven a China como una amenaza y comienzan a preanunciar futuros y supuestos holocaustos. Mientras EEUU tiene decenas de bases militares en el mundo, es el país que ha provocado más intervenciones armadas en países soberanos, el que gasta el doble en armamento que todos los demás estados juntos y pretende alertar sobre la presencia china en distintas latitudes, China no ha protagonizado un solo ataque militar desde su revolución (1949) hasta el presente. En América Latina Estados Unidos interviene sin tapujos torpedeando por diversos medios las frágiles democracias de la región. Por supuesto, encuentra voces que avalan esa intromisión. China no se comporta como un país imperial, colabora en aspectos que no necesariamente llevan a la primarización de las economías locales (cito solamente infraestructura, tecnología, defensa, energía, etc). Y doy como dato un solo ejemplo. La única base china fuera de su territorio está en Yibuti, África. Esa presencia es descripta por la prensa occidental como una disputa por un enclave geopolítico vital del cuerno de África. No discuto esta cualidad. Lo que sí es cierto, es que un país con indicadores de desarrollo humano bajísimos estaba asolada desde hacía décadas por la sequía y la falta de agua potable en una zona de temperaturas altísimas. China realizó las obras de infraestructuras necesarias para dotar de agua a la población y –como dice Gustavo Girado- su presencia en la región es un pedido de la propia población.
El plan de 12 puntos puede sintetizarse de la siguiente manera:
- Respetar la soberanía de todos los países. La soberanía, la independencia y la integridad territorial de todos los países deben ser defendidas de manera efectiva. Pekín pide respetar estrictamente el derecho internacional universalmente reconocido por Naciones Unidas, lo que pasaría por el respeto de las fronteras de Ucrania.
- Abandonar la mentalidad de Guerra Fría. La seguridad de un país no debe buscarse a expensas de otros. La seguridad de una región no debe lograrse fortaleciendo o ampliando bloques militares. Los intereses y preocupaciones de seguridad legítimos de todos los países deben tomarse en serio y abordarse adecuadamente. Este punto condena tanto el expansionismo de la OTAN como la decisión del Kremlin de invadir territorio ucraniano.
- Cese de hostilidades. Todas las partes deben apoyar a Rusia y Ucrania para que trabajen en la misma dirección y reanuden el diálogo directo lo más rápido posible, a fin de reducir gradualmente la situación y, en última instancia, alcanzar un alto el fuego integral.
- Reanudación de las conversaciones de paz. El diálogo y la negociación son la única solución viable a la crisis de Ucrania. Deben alentarse y apoyarse todos los esfuerzos que conduzcan al arreglo pacífico de la crisis. La comunidad internacional debe promover conversaciones por la paz y crear plataformas para la reanudación de la negociación.
- Resolver la crisis humanitaria. Las operaciones humanitarias deben seguir los principios de neutralidad e imparcialidad, y las cuestiones humanitarias no deben politizarse. La seguridad de los civiles debe protegerse de manera efectiva y deben establecerse corredores humanitarios para la evacuación de civiles de las zonas de conflicto. Se debe apoyar a la ONU para que desempeñe un papel de coordinación en la canalización de la ayuda humanitaria.
- Protección de civiles y prisioneros de guerra. Las partes en conflicto deben cumplir estrictamente el derecho internacional humanitario, evitar atacar a civiles o instalaciones civiles, proteger a mujeres, niños y otras víctimas del conflicto y respetar los derechos básicos de los prisioneros de guerra. China apoya el intercambio de prisioneros de guerra entre Rusia y Ucrania y pide a todas las partes que creen condiciones más favorables para este fin.
- Mantener seguras las centrales nucleares. China se opone a los ataques armados contra plantas de energía nuclear u otras instalaciones nucleares pacíficas, y pide a todas las partes que cumplan con la Convención sobre Seguridad Nuclear (CNS). China apoya el papel del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) como supervisor.
- Evitar la proliferación nuclear. No se deben usar armas nucleares y no se deben librar guerras nucleares. Se debe prevenir la proliferación nuclear. China también se opone a la investigación, el desarrollo y el uso de armas químicas y biológicas por parte de cualquier país bajo cualquier circunstancia.
- Facilitar las exportaciones de cereales. Todas las partes deben implementar la Iniciativa de Granos del Mar Negro firmada por Rusia, Turquía, Ucrania y la ONU de manera completa y efectiva.
- Detener las sanciones unilaterales. China se opone a las sanciones unilaterales no autorizadas por el Consejo de Seguridad de la ONU. Los países pertinentes deben dejar de abusar de las sanciones unilaterales contra otros países. Pekín pide abiertamente que se eliminen las sanciones de Occidente a Rusia.
- Mantener estables las cadenas industriales y de suministro. Todas las partes deben mantener seriamente el sistema económico mundial existente y oponerse al uso de la economía mundial como herramienta o arma con fines políticos.
- Promoción de la reconstrucción. La comunidad internacional debe tomar medidas para apoyar la reconstrucción postconflicto en las zonas afectadas. China está lista para brindar asistencia y desempeñar un papel constructivo en este esfuerzo (**).
El nuevo rol de China se ha producido con prescindencia de una fabulosa campaña de ocultamiento o subalternización. Los postulados normativos de un nuevo sistema jurídico y político de convivencia pacífica y una mayor democracia internacional se ha inscripto en el firmamento mundial por primera vez. El país asiático da un paso al frente y se proyecta como una de las pocas posibilidades racionales de poner fin a las catástrofes que lega el neoliberalismo. Por ende, de aquí en más, las políticas de los estados nacionales probablemente no reconozcan un alineamiento clásico sino una revalorización de la seguridad colectiva sobre la base de una convivencia más civilizada, para lo cual la irrupción protagónica de los chinos marca un hito histórico fundamental en los procesos de paz actuales y futuros.
(*) http://cu.china-embassy.gov.cn/esp/sgxw/202303/t20230304_11035775.htm