"La ciudad sin luz": premoniciones árticas
Por Ignacio Castro Rey
A pesar de generarle sentimientos encontrados, Iñigo Errejón llegó a hablar recientemente de una desolada orfandad al terminar La ciudad sin luz, primera parte de Mil ojos esconde la noche. No es de extrañar. La intensidad carnal de los personajes y situaciones que Juan Manuel de Prada recrea es tal, el ritmo que nos acoge en ese universo ficticio es tan vivo que muy bien se puede producir, al término de convivir con esos perfiles en hervor, la aflicción de un vacío. Quizá la sensación de orfandad se alimente finalmente de algo parecido al temblor de una emoción que en La ciudad sin luz late por todos los poros y, sin embargo, en la vida corriente hemos dejado languidecer.

Por Eduardo Luis Aguirre


El imperio más grande en la historia humana fue el británico, que abarcó los seis continentes habitables, además de los territorios antárticos que los británicos reclaman como propios. Sin embargo, la monarquía española alcanzó a ocupar durante su apogeo alrededor de 20 millones de kilómetros cuadrados, lo que lo transforma en el quinto imperio más extenso que conoció la humanidad.

Por Eduardo Luis Aguirre

Hoy quisiera detenerme en el análisis de una conferencia dictada por el filósofo Javier Gomá, en la que el disertante produjo un muy interesante acceso al concepto de descontento. De hecho, la presentación efectuada en la Fundación Duques de Soria se tituló “La causa de nuestro actual descontento” (*).

Por Eduardo Luis Aguirre



Me causa una entrañable y cálida nostalgia la lectura solitaria de aquellos teóricos magníficos de la denominada “izquierda nacional” que abundaban en los años sesenta y setenta, cuyos libros nos despertaban las pasiones más alegres y nos iluminaban respecto de las contradicciones fundamentales de un país semicolonial.

Por Ignacio Castro Rey

Cogido desde hace días entre varios fuegos que se turnan en la rabia, Rubiales nunca fue un ejemplo. Tampoco su comportamiento en Sidney, él mismo lo ha reconocido ampliamente, fue ejemplar. Sin embargo, la jauría que pide ver rodar su cabeza es lo que da más miedo.

Por Lidia Ferrari (*)

Ghilarza está triste porque te ha olvidado, Antonio. Y no lo sabe. Casi le pregunto a unos ruidosos jóvenes de tu ciudad si te recordaban. No lo hice. No quise escuchar la respuesta de que no podían recordar lo que nunca habían conocido.

Por Eduardo Luis Aguirre

Raúl Scalabrini Ortiz es uno de los intelectuales más notables de los que puede jactarse esta nación. Tuvo la sutileza de la pluma y la puntería letal del pensador. Como en casi todos los casos, resultó injustamente subalternizado, diría que casi ignorado.

Por Eduardo Luis Aguirre


Este presente bochornoso de las usinas encuestadoras nos releva en principio de explicar por qué no creemos en los pronósticos previos a una elección.