Por Eduardo Luis Aguirre
El presidente Milei logró que el engendro legislativo, denominada eufemísticamente “Ley de Bases y puntos de partida para la libertad de los argentinos” se aprobara en Diputados y que ese pronunciamiento mayoritario luzca preocupantemente holgado. Las esperanzas de detener este artefacto macabro quedan libradas a la discusión en particular de su desmañado y variopinto articulado.
Por Eduardo Luis Aguirre
A pocas horas de haberse concretado el paro general y las innumerables concentraciones y marchas en todo el país contra el regresivo paquete normativo que impulsa el gobierno de Javier Milei, sobresalen algunas singularidades que iluminan los posibles desenlaces ultaactivos de esas rotundas manifestaciones populares, que nos ayudan a pensar lo que por ahora siguen siendo meras conjeturas.
Por Eduardo Luis Aguirre
Recién ayer me dediqué a completar la escucha del discurso pronunciado por Javier Milei en el Foro de Davos. En este caso, quisiera marcar dos breves aspectos de la intervención del presidente argentino. Uno de ellos, que remite a retóricas históricamente temibles, es el de la afirmación de la "superioridad moral" del capitalismo.
Un encuentro entre Cintia Alcaraz y Eduardo Luis Aguirre dió lugar a una conversación que apunta ideas y conceptos a un mes de iniciado el laboratorio liberal libertario de Javier Milei en Argentina.
Por Eduardo Luis Aguirre
El paquete liquidador que el presidente Milei ha ingresado formalmente en el Congreso argentino ofrece una cantidad de riesgos, amenazas y acechanzas que ya han sido mencionadas en su casi totalidad por los medios de comunicación del mundo entero.
Por Lidia Ferrrari
En un artículo del NyTimes de 2004 el periodista Suskind publicó un artículo en el que revela una conversación que tuvo con un asesor de Bush, que lo había atacado por una nota que había publicado. Este asesor lo acusaba de pertenecer a una “comunidad que se basaba en la realidad” (the reality-based community) cuando, en cambio, le dice el asesor de Bush: “El mundo ya no funciona realmente así. Ahora somos un imperio y cuando actuamos, creamos nuestra propia realidad.