Por Ignacio Castro Rey
La “teoría de las ideas”, que envuelve lo sensible con una inteligencia previa y hace que la materia repose en un fondo ideal impensable (el sol del “mito de la caverna” ciega a quien lo mira de frente), no es tal vez el capricho de un hombre que tenía demasiado tiempo libre o quería desorientar a sus contemporáneos.
“Tenemos el desafío de bajar la invisibilidad social porque no todos los seres humanos son tratados como personas. Es necesario contar con funcionarios profesionales y tener los instrumentos para llenar de defensores públicos a toda América Latina, América del Norte y porqué no, todo el mundo” (Haman Tabosa de Moraes, Defensor Público General Federativa de la República Federativa del Brasil).
Prácticamente desde que asumió su función, en el año 2012, el titular de la Defensa Pública santafesina, Gabiel Ganón, fue objeto de una persecución sistemática por parte de diversas agencias estatales y poderes fácticos determinados que observaron la labor del funcionario como una amenaza para el establishment local.
Por Ignacio Castro Rey (*)
Con cierto cansancio, hay que volver a hablar de este personaje televisivo cuyo tono soez –que a partir de ahora modulará cuidadosamente– hace que Berlusconi casi parezca un intelectual. Los jóvenes que estas noches se manifiestan en más de veinte importantes ciudades norteamericanas tienen sus poderosas razones para expresar su miedo e indignación, aunque la victoria haya sido –con el peculiar sistema electoral estadounidense– incontestablemente legal.