"La ciudad sin luz": premoniciones árticas
Por Ignacio Castro Rey
A pesar de generarle sentimientos encontrados, Iñigo Errejón llegó a hablar recientemente de una desolada orfandad al terminar La ciudad sin luz, primera parte de Mil ojos esconde la noche. No es de extrañar. La intensidad carnal de los personajes y situaciones que Juan Manuel de Prada recrea es tal, el ritmo que nos acoge en ese universo ficticio es tan vivo que muy bien se puede producir, al término de convivir con esos perfiles en hervor, la aflicción de un vacío. Quizá la sensación de orfandad se alimente finalmente de algo parecido al temblor de una emoción que en La ciudad sin luz late por todos los poros y, sin embargo, en la vida corriente hemos dejado languidecer.

Ezequiel Saferstein, Doctor en Ciencias Sociales e investigador del CONICET conversó con Eduardo Luis Aguirre en Multitud. 

Recorrió sus experiencias cualitativas en las marchas de la oposición y advirtió sobre el crecimiento de una derecha que ha superado largamente un sentido común elemental. 

Esas derechas construyen nuevas narrativas y producen saberes en los que influyen mayoritariamente jóvenes. Y advirtió sobre los riesgos que implica una pereza intelectual que recurre puerilmente a la ridiculizacion y la caricaturizacion de estos nuevos sujetos políticos que se ubican en los márgenes mismos del sistema democrático burgués.

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Eduardo Luis Aguirre conversó en Multitud con Omer Freixa, uno de los historiadores africanistas más reconocidos del país.

La magnitud de la pandemia, las desigualdades, la influencia china y las singularidades de un continente inmenso y diverso. La historia de los afro descendientes en la Argentina, el relato hegemónico y el racismo en un diálogo de actualidad palpitante. 

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Pasaron varios años desde que leí “La sociedad decente”, un libro donde el filósofo israelí Avisahi Margalit ensayaba una tesis ética que hacía pie en el advenimiento de las sociedades afectadas por la irrupción del neoliberalismo. Una sociedad “decente”, señalaba Margalit, es aquella “cuyas instituciones no humillan a las personas sujetas a su autoridad, y cuyos ciudadanos no se humillan unos a otros”.

  • "" Ha aparecido claramente lo que llamamos un "deseo de estado", en la medida que el estado sea  susceptible de ser articulado a la comunidad, porque el estado como tal, como mero factor administrativo y burocrático no sirve. Lo interesante es volver a revincular algo que hace tiempo el neoliberalismo destruyó, que es el nexo entre el estado y la comunidad. Es lo que ha intentado hacer la Argentina en momentos en que hay que transformar al estado en un custodio de la comunidad, es decir, como decía Kant, hay que hacer un uso público de la razón. Es decir, demostrar que aunque las medidas disciplinarias tengan una apariencia coercitiva, se hacen en nombre del bien común" (Jorge Alemán)

Por Eduardo Luis Aguirre

Si el racionalismo, el idealismo y la influencia cartesiana y hegeliana modelaron el sentido común y la comprensión nordeuropea del mundo durante los siglos XVII y XVIII, y esa matriz de pensamiento fue la que dio lugar a la legitimación del colonialismo, de la colonialidad y el racismo, creo que es interesante ensayar un ejercicio retrospectivo respecto de los antagonismos que en términos mundiales se precipitaron en aquella época en el viejo continente.

 

Por Lidia Ferrari (*)

Un anciano italiano, célibe y solitario, que vivió toda su vida bajo la tutela de su autoritaria madre hoy se lamenta porque el Estado no se ocupa de viejos como él para procurarles una compañía. Esa compañía que nunca buscó por sí mismo sería tarea exigible al Estado.

Por Ignacio Castro Rey (*)

«Los cristianos, como los psicoanalistas, tienen horror de lo que les fue revelado. Y con mucha razón». Jacques Lacan. Encore

Una primera cuestión. Para ser de algún modo libres habría que atreverse a ser optimistas y joviales en lo difícil, hasta en lo peor, e irónicamente pesimistas en cuanto a todas las facilidades que se nos sirven. Reservemos la empatía para el diablo. Empatía con lo nouménico y enterrado que alienta en nosotros. Antipatía y crueldad con lo fenoménico que nos encadena.

Hecho en La Pampa por Jean Phillippe