Por División Las Heras
Pese al blindaje colosal de los medios adictos, y la decisión de la derecha de instalar una escalada revanchista en base a sofismas que sensibilizan la epidermis moral selectiva de la clase media, siempre lista para transformar la política en un hecho policial o judicial, la aparición del affaire Panamá ha estallado en el centro de la construcción de los publicistas neoconservadores. Y -por su magnitud y volumen- ha producido un impacto de connotaciones irreversibles para el gobierno de Mauricio Macri. Aquí no está en juego una nueva edición de las inmoralidades domésticas a las que nos tiene acostumbrados la intencionada caricaturización de la política criolla. Por lo tanto, exhibir la integración de cuentas off shore con la misma ligereza con la que lo hacen desde el oficialismo, planteando una suerte de “suma cero”, un empate en el corruptómetro social, no sólo no aclara sino que oscurece el imprescindible análisis conceptual. La aparición de Macri en esa lista de mala fe, desnuda algo mucho más grave que la insoportable levedad del empresario de pasado y presente opaco, que acertó a ganar las últimas elecciones generales argentinas. Por el contrario, la evidencia incontrastable pone de relieve la lógica de un imperio global de rapiña, de una necesidad del capital concentrado de incumplir a rajatablas las normas formales que el propio sistema financiero establece, utilizando instrumentos que se conciben para ocultar las más tremendas prácticas del delito organizado mundial. Allí eligió ubicarse Macri.En este nuevo modelo de acumulación de capital financiero. Esa es la tarea que en su nombre ejerce la lumpenburguesía que integra. Ese es el mundo cargado de emprendedurismo que, a su manera,y por su condición de clase, expresa. No es sólo la continuación de la evasión y el contrabando por otros medios. Es la certeza de que si el aluvión de dólares prometido (la llegada del nuevo mesías usurero) debería explicarse por la confianza, la confianza no podría explicarse por la adhesión a las cuentas secretas en paraísos fiscales, develadas a partir de un cúmulo de información que hace empalidecer a Wikileaks. Es el fin del pedestre relato macrista, con el que Durán Barba ha logrado hacer ganar elecciones a sujetos impresentables, entre ellos el director confeso de la sociedad offshore Fleg Trading Ltd (y eventualmente de otra, u otras, que comienzan a aparecer en las redes sociales, ante la contumaz censura mediática impuesta por el establishment comunicacional). A esta altura,lo inocultable es que el endeudamiento se organizó para financiar la fuga descarada. Es anecdótico que justo ahora apareciera un "datito" del presidente, porque, en definitiva, eso es solo la punta del iceberg.
Lo central, como lo venimos diciendo desde enero, es que este gobierno bárbaro está dejando tierra arrasada, hambre, desocupacion, miseria, para poder financiar la fuga de capitales también a sus propios bolsillos offshore y programar la entrega del país al gran capital, mediante algunas modalidades que conocemos y otras que, por puro instinto de conservación, preferimos no imaginar.