Basta con recorrer las distintas cadenas televisivas para comprobar que existen diversos programas cuyos protagonistas actúan sin ningún tapujo como perversos y psicópatas que," in extremis", adquieren la forma y la enunciación del torturador.
La noción de populismo, en desmañada clave coloquial, es utilizada para referir de manera peyorativa a gobiernos estigmatizados por gastar (malamente) más de lo que tienen, desarrollar prácticas chauvinistas de manera insensata, estimular el consumo de las clases populares y habilitar un asistencialismo demagógico, apoyándose en un sujeto político igualmente despreciado al que se denomina “pueblo” (en el mejor de los casos).
Por Ignacio Castro Rey
1 El título Doce lunas (Ed. Axóuxere) podría aludir a un ciclo terrenal, a una vigilia nocturna en pleno día. Creo que hay algo así en este libro de Héctor Pose, acompañado por las fotografías de Alberto Rodríguez Fariña. Algo así como una vigilia que solo tiene al silencio del mar por testigo.
La ocupación nazi-fascista de Yugoslavia, en el marco de la Segunda Guerra Mundial, provocó un alzamiento popular que iba a terminar derrotando no solo a los invasores sino que también liquidaría el domino de la burguesía yugoslava.
Cuando parecía que un determinismo inexorable en la historia política continental marcaba, uno por uno, el ocaso de los experimentos populistas, el triunfo de Lenin Moreno, garante del rumbo impuesto en Ecuador por el correísmo, acaba de fortalecer el presente e iluminar el futuro de los pueblos del sur.