Por Eduardo Luis Aguirre
Algunas retóricas, esperablemente edulcoradas y actualizadas, enmascaran detrás del concepto de las neurociencias -y la “meritocracia”- un nuevo embate del positivismo neospenceriano de matriz postmoderna.
Herbert Spencer (imagen), vale aclararlo, fue un referente trascendental del positivismo sociológico decimonónico, que acuñaba un concepto organicista y racista de las sociedades, en las que, pontificaba, supervivirían únicamente los más aptos. Ese positivismo caló fuerte en América Latina, y muy especialmente en la Argentina, que contó con exponentes notables como José Ingenieros, José Peco, Juan B. Justo y otros cultores que influyeron decisivamente en la articulación de un discurso causalista y determinista cuya hegemonía se extendió durante décadas (1).
Por Eduardo Luis Aguirre
Fue un verdadero honor participar del excelente I Congreso Internacional de Victimología en Homenaje al querido Profesor Juan Carlos Domínguez Lostaló como miembro del Comité Científico del mismo y como disertante en el Simposio por Invitación “Genocidio y Derechos Humanos: intervención de instancias internacionales en regiones de conflicto”, compartiendo palestra junto a Ticciana Palumbo. Lic. en Psicología. de la Corte Penal Internacional de La Haya, Países Bajos,· Unidad de Víctimas y Testigos (VWU - Victims and Witness Unit); Alejandra Slutzky. Consultora en ámbito de Derechos Humanos en regiones de post· conflicto y justicia transicional. Diputada por el Partido Socialista de Holanda(2001-2003).
Por María Liliana Ottaviano (*)
“El otro ya ha sido suficientemente masacrado. Ignorado. Silenciado.
Por Eduardo Luis Aguirre
Por Eduardo Luis Aguirre
El mundo está en guerra, no guerra de religiones, es una guerra de intereses, por los recursos naturales, guerra por el dominio de los pueblos. Alguno puede pensar que estoy hablando de guerra de religiones. No. Todas las religiones queremos la paz. La guerra la quieren otros. ¿Entendido? (Papa Francisco)