Izquierdas, devociones populares y el desafío de pensar un territorio político incógnito
Por Eduardo Luis Aguirre
 
 
 
Hace algunos meses, cuando todavía estaba en aire nuestro programa radial Multitud, el profesor Diego Mauro (UNR-CONICET) estimaba que, en la actualidad, alrededor del 85% de la población mundial profesaba cultos o creencias trascendentes, sean éstos religiones oficiales u otras devociones alternativas, por llamarlas de alguna manera.

Por Eduardo Luis Aguirre

Hace unos meses ensayamos la tesis de que, por primera vez en la historia argentina, el progresismo, ese conglomerado de inusitada levedad que acompaña correctamente el “carnaval de los días felices” (como de alguna manera lo expresa Zizek) y coincide en cíclica y celosas rupturas ante sus frustraciones, había alcanzado en nuestro país una ontología propia.

Por Eduardo Luis Aguirre



Paul Preciado produce una sensación paralizante. Por momentos, asfixia. Se obstina en construir una realidad paralela, y en ese trance colecciona una multitud incomparable de enemigos.

Por Eduardo Luis Aguirre.

La VII reunión de la CELAC, inaugurada en el mítico Sheraton Hotel de Buenos Aires (aquel que, en la entusiasta voluntad juvenil de los 70 debería  transformarse en el Hospital de Niños) ratificó el estado de profunda inestabilidad de la región y de la propia CELAC.

Por Eduardo Luis Aguirre.

La OTAN ha armado a Ucrania hasta los dientes y el gobierno de Zelenski accede a tecnología de última generación. Nada hace suponer que esta guerra cese en lo inmediato.

Por María Liliana Ottaviano

Cuando Eduardo Aguirre escribe en su artículo “Intento de golpe en Brasil. La fuerza de choque de la derecha” realiza dos caracterizaciones en las que me interesaría detenerme en este escrito, ya que ambas son indispensables para entender lo que ocurre por estos días en Brasil, pero también para poder acercarnos a otras experiencias golpistas que han sucedido en nuestra región.

Por Eduardo Luis Aguirre

No puedo evitar destacar la caracterización del psicoanalista. Llama progresista a una militante que se debatió durante décadas enteras y en inferioridad de condiciones en materia de Derechos Humanos. Una mujer que, de conocerla, jamás podría ser confundida con el progresismo ramplón citadino.

Por Eduardo Luis Aguirre 


La nueva capital de Brasil (las anteriores fueron Salvador de Bahía y Río de Janeiro), fundada en 1960 (fue construida en poco más de tres años) y calculada para que vivieran alrededor de 500.000 personas, la mayoría de ellas funcionarios públicos, hoy es una megalópolis habitada por casi 5.000.000 de ciudadanos si consideramos también la zona metropolitana o gran Brasilia.