Por Martín Paolucci
Demonización por parte de la prensa comercial de personajes
incómodos a Estados Unidos o Europa. Coberturas que provocan un consenso hacia
la guerra contra determinados países. ¿Se puede anticipar un conflicto armado y
evitar caer en la manipulación de los gobiernos? Tal vez haya que empezar con
una lectura crítica de los medios de comunicación.
En la jerga militar se denomina "Hipótesis de conflicto"
al estudio de como los intereses en disputa de dos o más países podrían
culminar en una futura guerra. Estas teorías se discuten en los institutos
militares de todo el mundoy están vedadas para el gran público. ¿Existe otra
manera, además de conocer estas “hipótesis”, de anticipar cuáles serán las
próximas grandes guerras?
Distintas guerras tanto pasadas como actuales hubieran podido
anticiparse. Solo había que observar que conflictos trataba con mayor énfasis
el periodismo europeo y norteamericano. ¿Por qué ciertas masacres son más
importantes que otras? ¿Por qué algunos gobiernos autoritarios, o simplemente
contrarios a Estados Unidos, son de repente del interés de la mayoría de los
diarios y canales de noticias?.
Saddam
Hussein en Irak[1]
;
Slobodan
Milosevic en Serbia[2]
;
Hugo
Chávez en Venezuela[3]
o
Salvador
Allende en Chile[4],son algunos ejemplos de esto.
No en todas, pero si en muchas de las coberturas de estos
gobiernos, se puede ver un esbozo de "hipótesis de conflicto" convertidas
en artículos. Como si los documentos viajaran desde los servicios de
Inteligencia hasta la mesa editorial de los medios.Un enemigo político se
convierte, de repente,en un peligro real para los ciudadanos comunes. Y
entonces una guerra no solo es justificable. Es necesaria.Si esta complicidad
es real o pura coincidencia, se desconoce. Pero las evidencias circunstanciales
abundan.
Tal como dice el lingüista y pensador norteamericano Noam
Chomsky
"Estados
Unidos es inusual entre las democracias industriales en cuanto a la rigidez del
sistema de control ideológico, "adoctrinamiento", podríamos decir,
ejercido a través de los medios masivos.”[5]
Donde Chomsky dice “Estados Unidos”, se podría poner “OTAN” u “Occidente”, ya que la globalización económica también implica globalización de intereses militares.
Hay dos ejemplos bien claros del comportamiento descrito
anteriormente. Dos conflictosalejados entre sí por más de 100 años y miles de
kilómetros,pero donde el periodismo tuvo el mismo modus operandi. El primero
ocurrió en 1898 como previa a la
guerra
hispano-estadounidense[6]
en Cuba, y el segundo en 1990, luego de la invasión que el
dictador iraquí Saddam Hussein hizo del Emirato de Kuwait.
En ambos casos la prensa se ocupó durante meses de estigmatizar
a dos potenciales amenazas. En el caso de España debido a la competencia que
tenían por quedarse con la Isla de Cuba, y en el caso de Saddam, un ex aliado,
por su intento de expandir su poder a costa del mayor aliado de los norteamericanos,
Arabia Saudita. Cuando se trató de España exageraron los, reales, abusos
coloniales al punto de que para los lectores prácticamente todos los españoles
que vivían en la Isla violaban, torturaban o mataban cubanos. Y además se los
culpó sin pruebas de hundir un buque norteamericano apostado en La Habana.
Cuando se trató de Saddam, se lo comparó con Hitler y se
revelaron matanzas que años antes, cuando era amigo, habían pasado por alto.
Finalmente, a la hora de intervenir militarmente contra estos enemigos, el
público estaba tan convencido de la maldad de estos que apoyaron fervorosamente
la invasión, tanto de Cuba como 101 años después, de Irak.
Una lectura inteligente de los mediospor parte de los periodistas
y académicos honestos, y una revisión de la historia de la prensa hubiera
podido desenmascarar operaciones militares que al día de hoy, siguen quedando
impunes. Operaciones que representan un gran sufrimiento para los seres humanos.
Es por eso, que hay que interpelar a la prensa occidental de manera crítica.
Una prensa de la que somos protagonistas, como lectores o periodistas.
[1]El sociólogo y periodista argentino Pedro Brieger argumenta que
durante las dos guerras del Golfo se hizo una “magnificación y mitificación del
poderío de Saddam Hussein” y que todo esto se hizo solamente para “obtener
legitimidad y consenso para lanzar la ofensiva militar”.
[2]Parenti, Michael
(2002). To Kill a Nation: the Attack on Yugoslavia. Verso Books. E.E.U.U.
[3] Nelson, Brian A. (2009). The silence and the scorpion : the coup against Chávez and the
making of modern Venezuela. Nation Books.
[4]Dermota,
Ken (2002). Chile inédito: el periodismo bajo democracia. QuebecorWorld Chile.
[5] Chomsky, Noam (1977). Lenguage and Responsability.
Pantheon.
[6] Spencer, David R. (2007). TheYellowJournalism USA.
Northwestern UP.