“Las personas que no trabajan y que no emprenden nada en la vida pierden con facilidad la paciencia y cometen errores cuando juzgan el trabajo de los demás”.
Aleksandar Vuksanovic eligió esta frase de Ivo Andrić, premio Nobel de literatura en 1961, para inaugurar su documental “A un solo disparo”, un film alternativo sobre la I Guerra Mundial que se le parece muchísimo y que compartimos con nuestros lectores. Ocurre que me acaban de avisar que Aleksandar nos ha dejado. De manera inesperada, a las corridas. Como se me representaba que vivía este militante, escritor, creador, polemista, laburante y obstinado gladiador del argumento. Un pacifista empedernido empeñado en mostrar, en cuanto espacio pudiera, las miserias de los poderosos del mundo y de las guerras. No le faltaban motivos y le sobraban razones. Su propia biografía, lo poco que yo conocía de ella, le obligaba casi fatalmente a asumir ese rol. Lamentamos mucho su abrupta partida. Demasiado abrupta. Día llegará en que podremos extendernos más sobre él, que lo merece sobradamente. En este momento, la pesadumbre agobia.
UNA PARTIDA DEMASIADO ABRUPTA
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