Por Eduardo Luis Aguirre

 

 

El neoliberalismo, como estatuto circular de dominación, le ha inferido a los pueblos del mundo y al planeta en su conjunto daño sin precedentes, difícilmente reparable. Un estrago de distintas connotaciones y de particular complejidad. Esta última singularidad se pone de relieve con las debilidades de los pensamientos que, con la mejor intención, saldan las impolutas conciencias y sus almas bellas con posteos, chats y twits a mansalva.

Esta desorientación de un progresismo con entidad y volumen problemático se mete a opinar en casi todos los temas que desconoce olímpicamente, desde la pandemia, hasta la crisis socioambiental, pasando por las inequidades criminales del capitalismo, las guerras y las deudas.

Todas estas plagas apocalípticas nos afectan a los argentinos, mucho más proclives a filosofar seriamente sobre la colonización de las subjetividades que sobre la materialidad de la debacle. Más proclives a discutir sobre la ideología del neoliberalismo que sobre el nuevo sistema de control global y la forma en que este último se abate sobre los pueblos. Se trate de Ucrania o América Latina.

Y luego, el voluntarismo que revela una falla profunda en la construcción de pueblo. Entre otras cosas porque se aporta, en el mejor de los casos, una catarsis y en el peor, un disconformismo disolvente y sin fundamento alguno. Ayer leía, sin asombro, una simplificación vertida en una red social acompañada por uno o dos me gusta. El militante decía cosas como éstas, cortadas y pegadas de textos sagrados: “PAGAR O NO PAGAR? Éxodos dice : usura es inmoralidad de logreros. Avaricia, pecado capital del cristianismo. El préstamo del FMI a la Argentina es usurario pero la Iglesia no condena y el gobierno estudia pagarlo. Su consecuencia será más pobreza para su mayoría cristiana”.

Dejemos por un momento (sólo por un momento) de lado el origen espurio y quizás doloso de la deuda tomada por el gobierno de Mauricio Macri y que debe afrontar ahora el país en su conjunto, sin perjuicio de las acciones que puedan seguirse contra los responsables indetificados de la catástrofe.

Las negociaciones han sido largas, secretas, extenuantes. Argentina, a través de sus autoridades legítimamente elegidas puso en la cancha lo mejor que tenía contra un verdadero gigante que integra el mismo sistema de disciplinamiento mundial que ya señalamos. La relación de fuerzas es la más desfavorable que podamos pensar y la cancha siempre estará inclinada para los deudores pobres. De modo que los salmos no parecen el mejor argumento. Me quedo con un pibe tripero que estudió el tema y el Premio Nobel que, de la línea de cal para afuera y para adentro, demostró que también juega.

Dada la urgencia inminente que el tema impone, les invito a compartir con todes ustedes la cuestión de la deuda, a través de un puñado de preguntas y respuestas breves, laicas, serias, depuradas, pensadas y discutidas al interior de la División Ascenso, antiquísimo ágora de nuestro Sur. No importa cuántos "me gustan" deparen. Seguramente Dios es más indulgente y ni hablar los aplaudidores. Es su trabajo, después de todo.

P 1. ¿Pueden darse por oficializados los términos de la negociación?

R: No.

2. En tal caso, y si es como lo anuncian los diarios ¿cómo la sacamos?

R: Todo lo que se lee indica que vamos a un acuerdo y eso es bueno. Porque seguramente es lo mejor que puede sacar gente en quien confío.

P 3. ¿Esto se parece más al estatuto del coloniaje o a una negociación? Esto va por lo que dijo Asiain en la tele.

R. Estamos negociando con un organismo multilateral y una potencia mundial donde EEUU tiene un peso del 16% y un gobierno demócrata capaz de llevar adelante embates contra potenciales aliados cuyas consecuencias desconocemos. Para eso cuenta con los organismos internacionales y, si hiciera falta, con la OTAN. Para la relación de fuerzas existente, creo que la guapeamos bastante bien.

P4. ¿Dos años de gracia nos sirven?

R. Sí. Absolutamente. Es eso o una devaluación y una más alta inflación hoy. Con un millón de pobres cada 10% de devaluación, si, dos años de gracia nos sirven muchísimo.

P5. ¿Qué hubiera pasado si entrábamos en default?

Un incumplimiento te lleva a la necesidad de devaluar hoy. De allí a un pico de inflación que te clava 4 millones de nuevos pobres de una. Un marco difícil de sostener por cualquier gobierno que lleva dos años.

P6. ¿Cómo lo ves al pibe tripero, poniéndose la 9 contra la selección del mundo?

R. Yo creo que viene bien, muy bien plantado en su esquema de estirar plazos y minimizar condicionamientos de reformas estructurales y condicionamientos políticos. Esperemos a que hablen Alberto, Cristina y Guzmán. Allí tendremos respuestas más certeras.

P7 ¿Qué pensás de los economistas progresistas que desde su estado natural de descontento putean contra un acuerdo que todavía no conocen y cuya ardua y larga negociación no presenciaron?

R. Hay mucho progresista libre pensador e irresponsable, que lejos de ayudar fogonea la corrida, aunque no represente a nadie en el Frente. El punto,(y no es chicana) es que hay desesperación en el progresismo superinformado que construye su propia desmoralización. entonces estas cosas lo potencian.

P. Y entonces apelan al Supremo Creador, usando como vía indirecta la mera conjugación de palabras. Menudo escenario.