No cabe ninguna duda que posibilitar que se escuchen otras voces o se respete la vigencia de espacios alternativos son algunas de las consignas principales al momento de reclamarse la democratización de los medios de comunicación audiovisuales.
Sin perjuicio de esas justas reivindicaciones, existen otras razones, ligadas a los contenidos de cierta programación enlatada, que las corporaciones hegemónicas importan sin beneficio de inventario, que ameritan un mayor control e intervención del Estado, o al menos la posibilidad de optar por una televisión diferente.
Este parece ser el caso de la serie Breakout Kings, que según destaca la programación mensual de la empresa Cablevisión, se emitirá a partir del 20 de este mes por el canal A&E.
Sin perjuicio de esas justas reivindicaciones, existen otras razones, ligadas a los contenidos de cierta programación enlatada, que las corporaciones hegemónicas importan sin beneficio de inventario, que ameritan un mayor control e intervención del Estado, o al menos la posibilidad de optar por una televisión diferente.
Este parece ser el caso de la serie Breakout Kings, que según destaca la programación mensual de la empresa Cablevisión, se emitirá a partir del 20 de este mes por el canal A&E.
Exhibida en la portada del folleto, y publicitada en su interior como “destacada del mes”, la propaganda de la tira utiliza un título, al menos, sugerente: “Se necesita un criminal para atrapar a otro criminal”. Con todo, el mismo es mucho menos explícito, por ejemplo que “Law & Order”, que resulta lisa y llanamente apologético de una conservadora y reaccionaria teoría acuñada por el nuevo realismo de derecha norteamericano en materia político criminal. Con la misma visión estereotipada de este tipo de programas estadounidenses, el resumen del contenido de esta “serie dramática” expresa textualmente: “Después de 72 horas, las probabilidades de encontrar a un prisionero que ha huido caen a menos del 5%. Sabiendo que hay pocas cosas más peligrosas que un convicto fugitivo, y cansado de los métodos anticuados de las autoridades policiales, un grupo de alguaciles deciden dejar de lado el protocolo y adoptar un método poco ortodoxo en su trabajo: usar un ex fugitivo para atrapar a los actuales. Así, lo agentes Charlie Duchamp y Ray Zancanelli utilizarán a tres de lso convictos más peligrosos que han capturado para encabezar este nuevo operativo. Con cada fugitivo apresado, los miembros del equipo se acercan más a la oportunidad de conseguir su propia libertad. Pero ¿esperarán todo ese tiempo su recompensa o tratarán de aprovechar y escaparse ellos mismos?