Por Lidia Ferrari

 

 

Hay que dinamitar casi todo”, dice suelto de cuerpo un dinamitador serial que en cuatro años no logró dinamitar todo en Argentina, pero casi. El Poder que siempre pretende extraer toda riqueza para sí, está representado por estos fantoches que, sin pudor, con poder e impunidad dicen lo que deberían, al menos, disfrazar. Aspiran a la disolución social, para evitar que la gente se junte, no para odiar o romper todo como ellos quieren, sino para construir comunidad. He leído con pesar relatos espantados -justamente- acerca de una adhesión de sectores populares a un tal J.M. Uno de esos relatos se preguntaba por lo que habríamos hecho mal desde el campo nacional y popular, para que eso suceda. Sin saber cómo responder me aventuro a pensar que lo que no hemos podido es acceder al Poder Real. Porque ellos han hecho muy bien, apoderarse de la suma del poder público, sean quien sean los que gobiernen. Poder económico, poder judicial y, sobre todo, poder comunicacional.

Quienes dinamitan profesionalmente el suelo de nuestra existencia han implantado granadas en las manos de cada uno de los habitantes del planeta. Nuestros celulares propagan esquirlas de disolución social, de violencia, de odio, de desigualdad, de elitismo y segregación. Sus representantes gritan, vociferan, escandalizan, hacen el show de rebeldes. Rebeldes no para transformar sino para reforzar el poder de los cuatro patrones reales que se quedan con todo.

La Meloni en Italia fue una gran vociferadora, escandalizadora y odiadora en campaña electoral. Interceptó descontentos populares producidos por sus propios patrones. Todo lo iba a hacer y deshacer con sus gritos y exabruptos. Lo único que cumplió es en quitar a los que menos tienen. Ahora es, entre los dirigentes europeos, la más sierva para los intereses de la Otan y las finanzas globales. Está desmantelando Italia. Vía libre a mafia y negociados. Nada para el pueblo. Esa es la receta de los dinamitadores.

Las clases populares -todos nosotros- somos bombardeados por las narraciones que llegan vía la granada-celular. La propia intimidad invadida por demoníacos aparatos manipulados por el Poder a su antojo. Admiro a quienes pueden ofrecer otro relato a los que se fascinan con los cantos de sirena de los destructores seriales, sobre todo quienes pueden alcanzar a las clases populares que con su voto podrían entronizar a quienes no se detendrán en el saqueo de la república.



Maquiavelo: "...una dificultad que es conforme con la naturaleza de todos los principados nuevos. Consiste ella en que los hombres que mudan gustosos de señor con la esperanza de mejorar su suerte (en lo que van errados), y que, con esta loca esperanza, se han armado contra el que los gobernaba, para tomar otro, no tardan en convencerse por la experiencia, de que su condición se ha empeorado".



Papa Francisco: “Le tengo miedo a los salvadores sin historia. Cuando viene un salvador sin historia, sospechá”.