Por Eduardo Luis Aguirre
Han pasado pocas horas de las cruciales elecciones en Venezuela. El resultado, más allá de las esperadas protestas, rompió con las encuestas del establishment y ratificó un apoyo a Maduro (evidentemente menguado) o, antes bien, un renovado rechazo ante una nueva tentativa neoliberal que preanunciaba la implantación de la economía de mercado y la privatización futura de las principales empresas venezolanas, empezando por PDVSA.
1. Maduro ganó. Según los intelectuales y académicos venezolanos que adhieren al proyecto chavista y con los que hemos conversado apenas conocido el resultado de la elección, lo hizo sin apelar al fraude ni a ninguna otra irregularidad.
2. Señalan que el presidente reelecto hizo una campaña admirable, recorrió todo el país y el chavismo probó una vez más que tiene una organización comunitaria de redes extraordinarias.
3. Supo explicar por qué los venezolanos tienen el salario básico más bajo de AL (por sanciones) y resistieron una hiperinflación de 314 mil% (que ya estarían superando).
4. A pesar de todo lo que han tenido que soportar estos años, creen firmemente que el proyecto de Chávez está vivo. Conocen perfectamente que vendrán contraofensivas y que esta será una batalla permanente. La realidad objetiva de privación se encargará de hacer el resto, y esto es responsabilidad objetiva del gobierno.
5. El ataque mediático es bestial, eso lo tienen claro y lo enuncian como un dato de preocupante significación. También, por ende, que intentarán deslegitimar todavía más (si ello fuera posible) a Maduro en el plano internacional. Es lo que les queda. También al chavismo le queda entender que, a pesar de que por derecha es vituperada a diario, las formas democráticas son y serán una barrera infranqueable cuyo respeto marcará el destino del país.
6. La oposición obtuvo bastantes votos. Ojalá no usen esa base electoral para otro "gobierno paralelo". Sería un gravísimo error.
7. A María Corina la conocen desde hace muchos años: participó del golpe del 2002, de las guarimbas, y pidió sanciones e intervención militar. No es una opositora acallada y proscripta por el régimen sino una condenada por el más alto tribunal venezolano.
8. Según el STJ venezolano, Corina Machado no cumplía con el acuerdo de Barbados, intentado entre el gobierno y la oposición bajo el auspicio de Estados Unidos, ak encontrarse condenada a una inhabilitación de 15 años para ejercer cargos públicos.
9. Más allá de las debilidades y los errores cometidos (que son muchísimos), y una notoria falta de adecuación a las nuevas tecnologías y prácticas de la política durante el siglo XXI, Venezuela sigue siendo el cuarto país en yacimiento de gas y el primero en petróleo. Justo la antítesis complementaria de Rusia y una potencialidad apreciada en todo el mundo.
10. Piensan que casi toda la prensa del país está enturbiada y también la más influyente de los países “occidentales”, al igual que sus organizaciones de doble vara (Recordemos el golpe a Evo y no habrá necesidad de abundar en episodios protagonizados por instituciones internacionales que se cuentan por decenas). Los españoles, por ejemplo, han pedido (!?) contar voto por voto, como si estuviéramos todavía en la el siglo XVII.