Por Juan José Giani (*)

Como ya es evidente, lo que tienen de nuevo las "nuevas derechas" no es su propuesta económica (un tipico fundamentalismo de mercado), ni su visión geopolítica (alineamiento absoluto con Occidente y los Estados Unidos), ni su posición sobre el mercado laboral (desregulación en favor de la posición empresaria), sino su fanática embestida contra el "marxismo cultural" (esotérico menjunje valorativo que aúna a la ideología de género, el feminismo, el ecologismo y el indigenismo). En el caso de Europa y los Estados Unidos se suman la xenofobia contra el islamismo y las mareas inmigratorias. Pues bien,, tratando de explicar las causas de su surgimiento, aparecen las redes sociales como fuente de un individualismo violento y autoritario, o la incesante concentración del capital ahora en su fase digital. Incorporemos otro enfoque, y salvando obviamente las distancias civilizatorias, pensemos como analógía en la Revolución Francesa. Que introduce el principio de la lógica ascendente y no teológica del poder político, los derechos humanos y la soberanía popular. La Santa Alianza que se conforma para derrotar a Napoléon y reponer el Antiguo Régimen opera como reacción furibunda contra del avance de la república y el laicismo. Frente a un notable avance, una respuesta de idéntica intensidad. Mirado desde el largo plazo histórico, sin embargo, y luego por supuesto de duras batallas, aquellos progresos éticos que llegaron con la modernidad ya no tuvieron vuelta atrás.

Filósofo, docente e investigador (UNR).