Es posible intervenir exitosamente en la prevención de delitos violentos que causan especial sensibilidad y alarma en la población (por ejemplo, el robo de viviendas o los asaltos a mano armada), mediante estrategias democráticas y respetuosas de los Derechos Humanos y las garantías de los involucrados. Y es factible, con mayor razón, hacerlo en una provincia con escasa densidad demográfica y mecanismos de control social informal tan potentes como los que posee La Pampa.
En enero pasado, desde este mismo espacio, sugeríamos (al parecer infructuosamente) a manera de mero enunciado ejemplificativo, aprovechar experiencias internacionales como por ejemplo, las llevadas adelante en Inglaterra por el "Grupo de trabajo sobre el desvalijamiento residencial" (Domestic Burglary Task Force), en el País de Gales, Países Bajos o Canadá, si es que no se quisieran atender los aportes proporcionados en su momento por el Ministerio Público de la Defensa. En este caso -decíamos- sería factible realizar proyectos piloto en zonas críticas, celebrando convenios con los organismos internacionales o universidades involucradas en la temática en dichos países.
Dado el tiempo transcurrido, y la perpetración sucesiva de violentos episodios que no podemos ignorar, nos permitimos señalar que sería muy necesario explorar las experiencias que instituciones y organismos tales como el Centro Internacional para la Prevención de la Criminalidad continúan realizado desde hace años.
De esa manera, las autoridades con incumbencia directa en el tema podrían conocer los alcances, las metodologías científicas y los resultados de experiencias recientes de prevención de este tipo de expresiones conflictivas.
Desde el Proyecto Square Cabot, Montreal, Quebec, una iniciativa que pretende desarrollar una estrategia destinada a mejorar la seguridad y a cubrir las necesidades de poblaciones autóctonas en ambiente urbano, en el centro de Montreal, hasta la Misión exploratoria realizada en Perú para la evaluación de los programas en prevención de la criminalidad juvenil, financiada por el Ministerio de Relaciones exteriores y de comercio internacional de Canadá, los avances en la materia han sido y son sustantivos.
Nadie podría, razonablemente, dudar de la importancia y utilidad de realizar en nuestro medio una misión exploratoria para la evaluación de los programas en prevención de la violencia contra las mujeres. Esto ha sido puesto en práctica en El Alto, Bolivia, durante el año 2010. El propio CIPC ha anunciado que inició actividades para apoyar a FOMICRES en la producción de una propuesta tendiente al desarrollo de un proyecto de prevención de la criminalidad en.... Mozambique. Los ejemplos sobran y dan cuenta que la cuestión de la prevención de la conflictividad no siempre se vincula con exhuberantes tecnologías o la multiplicación del presupuesto en patrulleros. Quizás, como le hemos reiterado hasta el cansancio, convendría dejar de lado las plausibles intervenciones voluntaristas en materia político criminal, y propender a recuperar el rol de los expertos, virtualmente erradicados de los debates criminológicos desde el ocaso del ideal correccionalista.