Nostalgia de Pasolini
Por Diego Tatián
La vergüenza es un afecto fundamental para comprender los comportamientos sociales y políticos, al que, sin embargo, sociólogos y filósofos no han prestado demasiada consideración. En un libro reciente (de título “La vergüenza es revolucionaria”), Frédéric Gros llama la atención sobre ello, y sobre el hecho de que las sociedades no son solo -ni principalmente- efectos de un pacto social, de un contrato republicano o de una comunidad de intereses, sino que se organizan por dispositivos de estigmatización, amenazas de violencias múltiples sobre el individuo por la masa, prácticas de exclusiones simbólicas, de intimidaciones y de humillación.

Por Ignacio Castro Rey (*)

Con cierto cansancio, hay que volver a hablar de este personaje televisivo cuyo tono soez –que a partir de ahora modulará cuidadosamente– hace que Berlusconi casi parezca un intelectual. Los jóvenes que estas noches se manifiestan en más de veinte importantes ciudades norteamericanas tienen sus poderosas razones para expresar su miedo e indignación, aunque la victoria haya sido –con el peculiar sistema electoral estadounidense– incontestablemente legal.

Por Jorge Alemán (*)


No deja de sorprender que Trump y sus seguidores, como lo acabo de comprobar en una cadena americana que suelo ver, haga permanentes referencias a la “clase trabajadora”, matizada con una retórica “antisistema”. Incluso sazonada con algunas declaraciones contra los organismos internacionales y su supuesta amistad con Putin.


Por Boaventura de Sousa Santos**

El futuro de la izquierda no es más difícil de predecir que cualquier otro acontecimiento social. La mejor manera de abordarlo es haciendo lo que llamo sociología de las emergencias. Consiste en prestar especial atención a algunas señales del presente para ver en ellas tendencias, embriones de lo que puede ser decisivo en el futuro.

Ser docente en una universidad  pública puede significar muchas cosas. Ninguna de ellas subalterna o accesoria. La condición docente –así  la denominaré en adelante- supone siempre una construcción colectiva compatible con epistemologías liberadoras, y una vocación irrenunciable en favor del pensamiento crítico.

Por Eduardo Luis Aguirre
El pensamiento de Enrique Dussel concita análisis y perplejidades permanentes sobre temas fundamentales que conciernen a lo que él asume como una filosofía política de la liberación (*).

Por Jorge Alemán

Desde muy joven me interesó la idea sartreana de la "mala fé " ,esa actitud que intenta encubrir las consecuencias de una decisión justificandose en "circunstancias " externas u obstáculos que surgen de la propia realidad .

Breves e impecables reflexiones del Centro de Estudios en Política Criminal y Derechos Humanos sobre los lugares comunes del pampenalismo y la demagogia punitiva.